
De acuerdo con El Universal: El caso de Carlos Gurrola, conocido como “Papayita”, estremeció a Torreón, Coahuila, luego de que falleciera tras 19 días hospitalizado por ingerir una sustancia tóxica colocada presuntamente como parte de una broma de sus compañeros de trabajo.
El hecho derivó en protestas, exigencias de justicia y una colecta de firmas en línea para que se sancione a los responsables y se atienda la violencia laboral en México.
¿Qué le paso a Carlos Gurrola?
Carlos Gurrola, de 47 años, perdió la vida tras beber sin saberlo un líquido desengrasante que fue colocado en su botella de electrolitos. El incidente ocurrió el pasado 30 de agosto y lo mantuvo internado en la clínica 71 del IMSS durante casi tres semanas. A pesar de los esfuerzos médicos, las quemaduras internas en sus órganos vitales resultaron irreversibles.
Familiares de Gurrola denunciaron que él había sido víctima de acoso constante en su lugar de trabajo. Su madre, María del Pilar, relató entre lágrimas que su hijo sufría robos de comida, daño a su bicicleta y burlas sistemáticas. Tras su fallecimiento, la familia pidió justicia y que el caso no quede impune.
La indignación no tardó en trascender a redes sociales, donde colectivos feministas y activistas se sumaron al reclamo.
Organizaciones como Las Brujas del Mar y Werwomenonfire condenaron lo ocurrido y señalaron que la empresa contratista y la cadena comercial donde laboraba Carlos deben asumir responsabilidades.
Paralelamente, en la plataforma Change.org se lanzó una petición ciudadana que solicita indemnización a la familia de Gurrola y medidas de prevención para evitar más tragedias similares. Quienes deseen sumarse a la causa pueden acceder a la petición en línea a través del siguiente enlace: exigimos justicia e indemnización en el caso de Carlos Gurrola.
¿Qué es el acoso laboral y por qué es tan grave?
De acuerdo con la UNAM, el acoso laboral, también llamado mobbing, consiste en conductas repetitivas de hostigamiento, humillación o intimidación dentro del trabajo.
Puede incluir burlas, aislamiento, desprestigio o incluso sabotaje, como ocurrió con Carlos. Estas prácticas afectan la salud física y emocional de la víctima y, en casos extremos, ponen en riesgo su vida.