En la madrugada de este 8 de octubre, Puebla perdió a una de sus voces más reconocibles y apasionadas en el ámbito deportivo. Ricardo Hernández Esparza, a quien dedicó más de 35 años de su vida a informar sobre deportes e inculcar su amor y pasión por ellos, falleció a la edad de 57 años. La noticia fue confirmada por las redes sociales de DeporPuebla, revista que el propio Ricardo fundó hace 22 años y rápidamente se convirtió en un referente del periodismo deportivo en la región.
Ricardo había estado hospitalizado en el Hospital Universitario de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla desde hace unos días; después de una complicada cirugía el 7 de octubre, su condición empeoró. Pocas horas después, se confirmó su muerte; un vacío enorme se formó rápidamente en el ámbito de la prensa deportivo poblana.
Las condolencias iban en aumento; amigos, colegas y figuras prominentes de los deportes expresaron sus condolencias y agradecimiento en las redes sociales. Sus hijos, Denzel y Kevin Hernández Chevalier acompañados de la esposa del difunto, escribieron el siguiente mensaje: “Lamentamos informar que nuestro amado padre y esposo Ricardo Hernández Esparza acaba de pasar a mejor vida. Deja un nombre, un legado, una carrera, pero sobre todo la familia que siempre quiso formar y disfrutar. Te agradecemos todo lo que nos diste, es hora que descanses”.
Ricardo Hernández Esparza pasará a la historia como uno de los comentaristas más trabajadores y apasionados en Puebla. Desde sus inicios en la prensa escrita hasta su ingreso a la radio y televisión, fue una figura que marcó una era y dejó una cuánta de huella imborrable en él. Trabajó en programas como Contacto Deportivo y Deportivísimo, también escribió para Intolerancia por más de una década. Cada vez que abrió la boca y compartió su opinión, la respaldo con hechos e investigación, lo que rápidamente lo convirtió en un fenómeno en el ámbito.
Uno de los momentos más memorables de su carrera fue cuando Puebla tenía dos equipos de béisbol, los Pericos de Puebla y Tigres de la Angelópolis. Durante esos años, Ricardo se destacó como reportero en el terreno de juego, ofreciendo una perspectiva única y detallada sobre el deporte. Además, su voz se escuchó durante años en el programa de radio “En Línea Deportiva”, donde compartió micrófonos con su hijo Kevin, asegurando que su legado continuara a lo largo de las generaciones.
Más allá de su profesionalismo, quienes tuvieron el privilegio de conocerlo destacan su calidad humana y su rol como mentor para muchos periodistas jóvenes que buscaban su guía y apoyo. En las redes sociales, los mensajes de despedida no solo reconocen su impecable trayectoria, sino también su generosidad al compartir su conocimiento y su pasión por el periodismo deportivo.
El funeral de Ricardo Hernández Esparza se llevará a cabo este martes 8 de octubre en la Funeraria Camino al Cielo, ubicada en Boulevard Forjadores. Allí, familiares, amigos y colegas se reunirán para rendirle un último homenaje, recordando al hombre que, con su voz y sus palabras, inspiró a generaciones y dejó una marca indeleble en el corazón de Puebla.
Ricardo Hernández Esparza no solo fue un cronista deportivo; fue un hombre que supo capturar la esencia del deporte y transmitirla con pasión y veracidad. Sus años de entrega y amor por lo que hacía lo convirtieron en una leyenda del periodismo en Puebla. Como dijo su familia en su despedida: “Deja un nombre, un legado, una carrera, pero sobre todo la familia que siempre quiso formar y disfrutar”.
Hoy, la ciudad de Puebla y el mundo del deporte lloran su partida, pero celebran también el inmenso legado que deja. Su voz resonará siempre en cada relato deportivo y en cada joven periodista que encontró en él una fuente de inspiración. Descansa en paz, Ricardo Hernández Esparza, tu historia seguirá viva en cada esquina donde el deporte cuente su propia historia.
Por: Paul Cabrera