Desde 2010, Martha y su esposo decidieron confiar sus ahorros a una cuenta de inversión en uno de los bancos más importantes del país, con una sucursal en la capital del estado de Durango.
Sin embargo, en agosto de este año, la pareja descubrió que habían sido víctimas de una estafa a manos de una ejecutiva de ventas, quien luego se convertiría en la directora de la sucursal. La mujer, en lugar de depositar su dinero en la cuenta correspondiente, desvió los fondos hacia una cuenta personal.
Según el relato de Martha, la estafadora mantenía contacto mensual con su esposo para informarle falsamente sobre el rendimiento de su inversión.
La confianza entre ambos creció, ya que la ejecutiva, cuando notaba faltantes menores en su tarjeta de débito, inmediatamente cubría esos montos, lo que no levantó sospechas.
Sin embargo, en agosto, la ejecutiva dejó de responder a sus mensajes y, cuando intentaron hacer un retiro, el banco les informó que la mujer ya no trabajaba ahí desde abril y que nunca se había registrado una cuenta de inversión a su nombre.
La familia acudió a las autoridades, descubriendo que la exdirectora ya tenía varias denuncias por fraude, sumando un total de 20 millones de pesos desaparecidos. En un inicio, las autoridades sospecharon que el esposo de Martha era cómplice, pero la investigación de la Fiscalía y la Condusef (Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros) reveló que él también era una víctima.
La estafadora había falsificado su firma para solicitar préstamos y tarjetas de crédito a su nombre, aunque, afortunadamente, el banco logró aclarar su situación.
Martha confirmó que, según el abogado del banco, la responsable ya ha sido identificada y se ha recuperado parte del dinero robado. Sin embargo, el monto adeudado a los clientes de la entidad bancaria sigue siendo considerable, y la mujer continúa prófuga de la justicia.
Las autoridades continúan con la investigación en busca de recuperar el total de los fondos y hacer justicia a las familias afectadas.
Crédito: Milenio