Familiares de Miguel denuncian que sus tenis no fueron devueltos con sus pertenencias; tampoco la cámara de Berenice aparece
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El pasado sábado 5 de abril, el fotoperiodista Miguel Ángel Rojas Hernández, de 26 años, perdió la vida en un trágico accidente ocurrido durante el primer día del festival musical Axe Ceremonia, celebrado en el Parque Bicentenario de la Ciudad de México.
En el mismo incidente falleció también la fotoperiodista Berenice Giles, de 28 años. Una grúa decorativa, adornada con un gran oso fue la responsable de la muerte de ambos jóvenes, según Milenio.
Una nueva irregularidad tras la tragedia
Tras el accidente, la familia de Miguel Ángel denunció la desaparición de sus tenis, los cuales no fueron entregados junto con el resto de sus pertenencias.
De acuerdo con la periodista Itzel Cruz Alanis, los únicos objetos que la familia recibió fueron su cámara fotográfica y su teléfono celular.
La desaparición de los tenis ha causado indignación entre familiares y colegas del joven, especialmente al considerar el valor simbólico que representaban para él.
“Los compró para ir al festival”
En entrevista para N+, la hermana de Miguel Ángel relató que los tenis habían sido adquiridos apenas un día antes del evento, el viernes 4 de abril, con la intención de que el joven pudiera soportar mejor la jornada de trabajo de dos días que le esperaba cubriendo el festival.
“Los compró para ir al festival, porque iba a cubrir los dos días y a veces se cansaba mucho; los compró el jueves, llegaron a casa el viernes y sábado los estrenó. No duró ni un día con ellos”, explicó la joven.
Según la información proporcionada por el personal del hospital que recibió el cuerpo, Miguel Ángel llegó con su cámara y su celular, pero sin calzado, lo que ha llevado a su familia a sospechar que pudo haber sido víctima de robo tras el accidente.
Este no es el primer reporte de pertenencias faltantes en torno al trágico suceso.
En días anteriores, también se dio a conocer que la cámara fotográfica de Berenice Giles no fue entregada a su familia.
Crédito: El Imparcial