¿Ficción que inspira crimen?

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Ayer 18 de junio Alex ‘N’ un niño de tan solo 12 años de edad ingresó al Centro de Internamiento Especializado Para Adolescentes (CIEPA) para enfrentar una audiencia con un Juez por los cargos de homicidio doloso, con posibilidad de agravarse como feminicidio, el joven es acusado del asesinato de la argentina Natalia Andrade en su hogar en el cluster Querétaro en Lomas de Angelópolis, Puebla.

Las primeras indagatorias señalan que el menor de edad presuntamente habría ingresado a la casa de Natalia como parte de un reto viral para grabarla a escondidas y al ser descubierto atacó a la mujer con un martillo causándole la muerte, pero versiones de los vecinos descartan que se haya tratado de un reto viral y comentan que el adolescente estaba obsesionado con la serie de Netflix “You” que trata sobre un joven que utiliza su carisma, encanto e inteligencia para conquistar y después desarrollar conductas obsesivas y comportamientos tóxicos que lo empujan a cometer crímenes nefastos y justo ese comportamiento tóxico es el que denuncian ya que mencionan que el joven se la pasaba intimidándolos en el cluster, incluso refieren que tienen una captura de pantalla de su Instagram en donde se ve la fecha 24 de marzo y los emojis de un guante, un martillo y una gota de sangre, comentan también que después de lo ocurrido y al verse ignorados por las autoridades el niño se la pasaba merodeando y se iba a parar enfrente de sus casas para observarlos situación que los tiene aterrados.

Esta teoría no suena descabellada ya que en los últimos años, varios casos han alarmado a la sociedad al vincular a adolescentes con crímenes violentos inspirados por series de televisión o videojuegos y aunque la gran mayoría los consumen sin consecuencias negativas, existen excepciones trágicas que han encendido un debate sobre el impacto de los medios en la conducta de los menores.

Uno de los casos más notorios ocurrió en 2014 en Wisconsin (EE. UU.), cuando dos adolescentes de 12 años apuñalaron hasta la muerte a su amiga para impresionar al personaje ficticio Slender Man. Este suceso generó una profunda reflexión sobre cómo algunos menores pueden perder el sentido de la realidad al sumergirse en contenidos de terror y ficción oscura.

Series como Dexter, Breaking Bad o incluso 13 Reasons Why también han sido señaladas en algunos casos y aunque no existen pruebas concluyentes de que estas ficciones generen conductas criminales, sí se ha detectado que pueden influir en adolescentes con problemas psicológicos previos, brindándoles modelos distorsionados de comportamiento o incluso justificando actos extremos.

Es importante mencionar que no todos los adolescentes expuestos a estos contenidos desarrollan comportamientos peligrosos. La mayoría puede diferenciar claramente entre la ficción y la realidad. Sin embargo, en casos donde hay factores de riesgo como trastornos mentales, entornos familiares disfuncionales o aislamiento social, estos productos pueden actuar como detonantes.

Los medios de entretenimiento no deben ser chivos expiatorios, pero sí deben ser consumidos con responsabilidad y bajo supervisión cuando se trata de menores.

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