Frankenstein: emprender en tiempos de monstruos digitales

Screenshot 24 11 2025 84530 Heraldodepuebla.com

En Cineshow Mx 2025 proyectamos en función especial Frankenstein, el proyecto soñado de Guillermo del Toro. Más allá del cine, la experiencia fue un espejo de lo que vivimos quienes emprendemos hoy: mercados inciertos, clientes impacientes y tecnología que cambia las reglas del juego.

La estrategia de la película es clara: unas semanas en salas, después salto directo a streaming. Traducido a lenguaje emprendedor: tu producto tiene cada vez menos tiempo para demostrar que merece un lugar en la mente del cliente. Si no generas conversación rápido, simplemente desapareces del radar.

Como emprendedores solemos buscar «la película perfecta»: el gran lanzamiento, el producto impecable, el momento ideal. Pero la realidad se parece más a Frankenstein: un proyecto armado con piezas distintas, aprendizajes, errores cosidos con paciencia y una buena dosis de terquedad creativa. Lo importante no es que nazca perfecto, sino que pueda salir al mundo, recibir críticas y mejorar.

De la experiencia con Frankenstein me quedo con cinco pistas para cualquier emprendimiento, no sólo para el cine:

  1. Tu producto es un evento, no un trámite. Cada lanzamiento debe sentirse como algo especial. No basta con «salir al mercado»; hay que diseñar experiencia, conversación, comunidad alrededor. El cliente compra lo que vendes, pero también cómo lo haces sentir.
  2. Las ventanas son cortas. Hoy tienes muy poco tiempo para captar atención. Eso obliga a trabajar mejor la comunicación y el boca en boca. Quien espera a tener todo perfecto, llega tarde.
  3. No pelees contra la tecnología; aprende a usarla. El streaming, la IA o el e-commerce no son el monstruo. El verdadero peligro es aferrarnos a modelos viejos. La pregunta no es «¿me va a quitar clientes?», sino «¿cómo lo integro a mi propuesta de valor?».
  4. La comunidad es tu mejor activo. En el caso de Frankenstein, lo poderoso no fue sólo la función, sino las charlas, los debates, la gente que se apropió de la experiencia. La clave es construir tribu: clientes que se sienten parte de algo.
  5. Negocia mejores reglas del juego. Así como las salas y las plataformas deben dialogar sobre ventanas y condiciones, los emprendedores tenemos que aprender a sentarnos a la mesa: con proveedores, socios, gobierno, clientes clave. El que no negocia, sólo obedece.

Como emprendedor, tu «Frankenstein» puede ser tu restaurante, tu plataforma de tecnología o cualquier proyecto creativo: algo que al inicio se ve raro, incompleto, pero que con cada iteración se fortalece, aprende y se acerca a la visión que llevas años imaginando.

Al final, Frankenstein nos recuerda que el monstruo no es el mercado ni la competencia. El monstruo es quedarnos inmóviles mientras todo cambia. Emprender hoy es aceptar la incertidumbre, pero saber que siempre habrá espacio para quienes se atrevan a experimentar, escuchar a su comunidad y ajustar el modelo hasta que cobre vida propia.

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