
La Defensa Civil en Gaza recuperó este sábado nueve cadáveres en Zeitún (ciudad de Gaza), después de que el Ejército israelí bombardeara con artillería un minibús en el que viajaba una familia, informó el servicio de emergencias en un comunicado.
“Están siendo transferidos al Hospital Bautista”, recoge el comunicado.
Aunque inicialmente Defensa Civil señaló que en el ataque murieron los once tripulantes del vehículo, hoy uno de sus portavoces dijo a EFE que uno de ellos, que resultó herido, fue atendido en el Bautista el viernes.
Sobre el cadáver restante, apuntó: “No se halló ni rastro de su cuerpo. Creemos que quedó volatilizado por los cohetes”.
“Pedimos a Dios que podamos encontrar algo del cuerpo”, añadió, para sentenciar: “Antes o después”.
Los rescatistas no llegaron al lugar hasta casi un día después dada la peligrosidad que plantea la presencia del Ejército israelí en la zona, por lo que no han accedido al área hasta coordinarse con la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
En el lugar del ataque los rescatistas encontraron el cadáver de un niño partido por la mitad, como muestra una imagen compartida con periodistas gazatíes por uno de los paramédicos de la misión, Abudllah al Majdalawi.
Las víctimas del ataque son la familia Shaban, según Defensa Civil. En el minibús viajaban 11 personas, entre ellos siete niños y dos mujeres.
La familia se dirigía en el minibús a Zeitún, al sur de la capital gazatí, para inspeccionar su casa, ya que se había visto obligada a abandonarla a causa de la ofensiva israelí.
El Ejército israelí disparó y atacó con artillería el minibús que se dirigía el vehículo después de que este cruzara la “línea amarilla”, la demarcación imaginaria hasta que las tropas se retiraron cuando comenzó el alto el fuego en Gaza.
Preguntado por EFE el viernes, el Ejército aseguró que el vehículo era “sospechoso” y que se acercó a las tropas de forma que lo vieron como “una amenaza inminente”. En este contexto, primero lanzaron “disparos de advertencia” contra la furgoneta y, después, “eliminaron la amenaza”.
Este protocolo de actuación del Ejército (las tropas pueden atacar cuando se sienten amenazadas y el método de aviso son disparos de advertencia) ha dado lugar a numerosas masacres de civiles en Gaza. Uno de los casos más conocidos, en marzo de este año, fue el asesinato de 15 rescatistas y paramédicos cuando se dirigían a una misión (así como los compañeros que acudieron a asistirles cuando desaparecieron) en Rafah, sur de Gaza.
Más de 30 palestinos han sido asesinados en Gaza por cruzar la línea amarilla. En la mayoría de casos consultados por EFE a Sanidad, se trataban siempre de personas que intentaban volver a sus casas, de las que se habían visto desplazados.
El acuerdo firmado por Hamás e Israel establece que la tregua abarca a toda la Franja de Gaza y que el Ejército israelí debe retirarse hasta la “línea amarilla”, pero eso no implica que el alto el fuego no rija tras ella, aunque el Ejército israelí ha invocado la legítima defensa y las amenazas a sus tropas para disparar contra palestinos en esa zona.