Genaro García Luna, el exsecretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón, enfrenta ahora una realidad drásticamente distinta tras su traslado a la Penitenciaría de los Estados Unidos, Lee (USP Lee), en Virginia. Sentenciado a 38 años de prisión por aceptar sobornos del Cártel de Sinaloa y conspirar para traficar narcóticos, García Luna se encuentra entre algunos de los criminales más peligrosos del mundo.
La USP Lee es conocida por su estricta disciplina y normas de operación. Con una arquitectura diseñada para minimizar puntos ciegos y un equipo de vigilancia constante, este penal de alta seguridad alberga a criminales notorios que cumplen largas sentencias por crímenes graves.
Para García Luna, esto significa un cambio drástico respecto a su pasado como uno de los hombres más influyentes de México. Ahora vive bajo estrictas reglas que incluyen horarios rígidos, trabajo obligatorio y limitaciones extremas a su libertad de movimiento.
Entre los reclusos de USP Lee se encuentran personajes conocidos por sus crímenes y su impacto en la seguridad global. Algunos de ellos son:
Exlíder del Cártel de Tijuana, responsable de miles de toneladas de cocaína traficadas hacia Estados Unidos y más de mil asesinatos.
Sicario del Cartel de Medellín, implicado en el atentado contra un avión de Avianca en 1989, donde murieron 107 personas.
Antiguo líder de la pandilla Latin Kings, cumple cadena perpetua por crímenes violentos y tráfico de drogas.
Fue condenado por intentar asesinar al presidente Bill Clinton disparando contra la Casa Blanca en 1994.
Involucrado en el atentado de 1993 contra el World Trade Center, cumple una sentencia de 210 años.
Las condiciones en USP Lee son un reflejo de la pérdida total de privilegios. Los reclusos viven bajo estrictas normas que limitan sus interacciones, acceso a objetos personales y libertad de movimiento.
El traslado de García Luna a una prisión de máxima seguridad no solo marca su caída en desgracia, sino que también envía un mensaje sobre el alcance de la justicia en casos de corrupción vinculados al narcotráfico.
Como figura central en la estrategia de seguridad de México, su condena resalta las conexiones entre el crimen organizado y las instituciones públicas. Ahora, lejos del poder, enfrenta una rutina penitenciaria junto a algunos de los criminales más peligrosos de las últimas décadas.
La USP Lee, ubicada en el condado de Lee, Virginia, fue inaugurada en 2002 y opera como una de las instalaciones más rigurosas de Estados Unidos. Con un diseño computarizado para minimizar fugas y garantizar la vigilancia, la prisión es un modelo de control penitenciario.
Además, el sitio tiene un valor histórico por el hallazgo de restos nativos americanos con más de 10 mil años de antigüedad.
Crédito: La Verdad Noticias