En el mundo del emprendimiento solemos asociar el gobierno corporativo con grandes empresas y corporativos, pero pocas veces con las asociaciones civiles, fundaciones o empresas sociales. Sin embargo, en mi experiencia, las organizaciones sin fines de lucro son las que más necesitan estructuras de gobernanza sólidas para lograr trascendencia y sostenibilidad.
Razones clave para implementar gobierno corporativo en causas sociales
- Credibilidad y confianza: una organización con procesos claros de decisión y rendición de cuentas transmite seriedad a donantes, voluntarios y beneficiarios.
- Transparencia: al manejar recursos de terceros, la transparencia en su administración es fundamental para evitar dudas o sospechas.
- Profesionalización: permite que la institución no dependa solo de la buena voluntad de sus fundadores, sino que tenga bases que sobrevivan al paso del tiempo.
- Continuidad: los proyectos sociales suelen morir cuando la figura clave se retira. Un consejo bien estructurado asegura que la misión perdure más allá de las personas.
- Atracción de recursos: las empresas y filántropos prefieren donar a organizaciones que tienen reglas claras de operación, supervisión y planeación.
Consejos para iniciar un modelo de gobierno corporativo en una organización sin fines de lucro
- Define un consejo directivo diverso: incluye empresarios, académicos, expertos en el tema social y representantes de la comunidad
- Separa los roles: el consejo define estrategias y vigila; la dirección ejecutiva implementa. Esto evita confusiones y concentra energías.
- Establece comités de apoyo: de auditoría, de transparencia, de recaudación de fondos. No tienen que ser grandes, basta con que sean funcionales.
- Rinde cuentas periódicamente: reportes financieros claros, informes de impacto y comunicación abierta con los donantes.
- Capacita al consejo: un consejo ignorante es un consejo ausente. Es vital que los miembros entiendan tanto la misión social como las prácticas modernas de gestión.
No hace falta empezar con un consejo de veinte personas ni con manuales extensos. El primer paso es reconocer que la pasión no basta: una causa social necesita estructura. A partir de ahí, invitar a tres o cuatro personas de confianza, con experiencia complementaria, y comenzar a reunirse con reglas básicas de operación.
Al final, las causas sociales no existen para hacer crecer un balance financiero, sino para ensanchar la esperanza de la sociedad. Y precisamente porque su misión es tan grande, merecen estructuras sólidas que les den permanencia.
Un gobierno corporativo no le quita corazón a una organización, al contrario: le da un cuerpo fuerte para que ese corazón pueda latir más años, en más lugares y para más personas.
Recordemos: una buena causa no debe depender del entusiasmo de hoy, sino de la visión que garantice su mañana.