
El Museo Arqueológico de Alicante (MARQ) ha identificado una de las primeras viviendas del yacimiento de la Illeta dels Banyets, en el término municipal de El Campello, correspondiente a la primera mitad del siglo III a. C., en la que se ha localizado un calzado de esparto con una antigüedad de 2.300 años.
Fuentes de la Diputación Provincial han afirmado en un comunicado de que se trata de “un hallazgo excepcional al que su estado de conservación convierte en una pieza única”.
Los diputados provinciales de Arquitectura y Cultura, Carmen Sellés y Juan de Dios Navarro, respectivamente, han recorrido este miércoles el paraje junto al alcalde de El Campello, Juanjo Berenguer; el director del MARQ, Manuel Olcina, y el director del Área de Arquitectura, Rafael Pérez, para comprobar in situ los avances de la última campaña del plan anual de excavaciones del MARQ.
Hasta ahora, en el yacimiento de El Campello se conocían los centros religiosos, representados por los dos templos, y los espacios productivos con los lagares, almazaras, hornos de brea, talleres de esparto, almacenes e instalaciones para el salado de pescado, pero tan solo se tenía constancia de un edificio dedicado a alojar a los habitantes del enclave.
“La identificación de este nuevo espacio supone un gran avance, pues nos permitirá conocer un poco más sobre la vida cotidiana de las personas que habitaron la Illeta y continuar trabajando para investigar sobre la historia de nuestra provincia”, ha dicho el diputado.
Por su parte, Sellés ha afirmado que se ha procedido a la consolidación de las estructuras arquitectónicas para que los visitantes del yacimiento puedan disfrutar de los nuevos espacios y ampliar de este modo la oferta museística.
El edificio identificado sufrió muchas remodelaciones, incendios y ampliaciones. Los suelos de tierra apisonada de las habitaciones fueron reiteradamente repavimentados y en uno de ellos se han detectado los restos del calzado fabricado con esparto con una antigüedad de poco menos de 2.300 años, según un comunicado de la corporación provincial.
“No es fácil que se conserve la materia orgánica y de ahí la importancia de este hallazgo que nos muestra directamente uno de los elementos de protección para los pies empleados en la primera mitad del siglo III a. C. y que ha subsistido con pocas variaciones hasta nuestros días”, ha explicado Olcina.
Además, se ha identificado parte del mobiliario de los departamentos que consistía en bancos de adobe y un hogar que tuvo un largo uso continuo con varias refracciones que modificaron ligeramente su aspecto.
También se ha podido localizar parte de la vajilla doméstica, de procedencia mayoritariamente foránea, como la jarra, los salseros y páteras de barniz negro y rojo púnicos fabricados en la zona de Cartago, ánforas y jarras de la zona púnico-ebusitana, páteras de pequeñas estampillas, algunas ollas de cerámica ibérica y platos de cerámica pintada de esta misma producción.