Historias que vale la pena contar… y ver

B23012501

Imagínense que México produjera trabajos del séptimo arte con una singularidad y espontaneidad de cintas como “Amelie”; realmente pasa, pero nos empeñamos en ni por equivocación verlas…

Hablamos de las historias que se cuentan de México desde fuera y no corresponden a la realidad del país, de las que se cuentan desde dentro y tampoco se parecen a nuestro día a día y también de las son muy curdas y no queremos ver porque ya tenemos suficiente con la vida real, pero ¿dónde quedan los relatos que si pueden retratar nuestro entorno con una mirada acogedora? La historias modestas, sencillas, simples pero cargadas de emotividad que muchas veces vemos sobre otros lugares del mundo, pero pocas veces en nuestro país. Parece que como público mexicano nuestras opciones nacionales para la gran pantalla se reducen a una comedia absurda más de los Derbez, un drama superficial protagonizado por Juanpa Zurita, Ludwika Paleta o el primer tiktoker blanco que levante la mano para hacer una película sin necesidad de experiencia ni talento. Porque realmente poco necesitas cuando tu narrativa parece sacada de un episodio de comedia gringa de los noventas ambientado en Polanco. Pero en los últimos años, en particular en los 2 últimos al menos, tuvimos más propuestas en la cartera comercial (porque realmente siempre las hay, pero con mucha menos difusión), aunque no con la misma fuerza que las producciones mas mediáticas; pero se cuelan en las salas con la esperanza de que alguien entre a verlas, de que se recomienden y se hable sobre sus ellas para romper un poco con las limitantes y acartonadas opciones del cine comercial mexicano.

B23012502

Lo vimos con “Tótem” que jugó en la contienda para el Oscar a mejor película extranjera hace un par de años y pocos se enteraron aun cuando tuvo una decente promoción en streaming (a mí el correo de que ya estaba disponible me llegó); con “Heroico” o “Un actor malo” que nos dieron una propuesta real; incómoda, pero con una visión del mexicano promedio real, con la visión del machismo y del feminismo real. Lo vimos hasta en la infravalorada “Señora Influencer” de la que todos se mofaron cuando salió a las salas, pero afortunadamente se dieron cuenta del terrible error en el que estaban cuando llegó a plataformas y celebraron la gran actuación de Mónica Huarte (aunque en realidad aquí si humo promoción y presupuesto, pero el estigma de las malas opciones que les menciono arriba y un mal marketing le jugaron en contra en cartelera). Incluso a finales del año pasado tuve una gran y sorpresiva experiencia con una cinta sobre apocalipsis zombie llamada “Párvulos”, que fue tan no mencionada que seguro ni los familiares de los involucrados vieron, y que muy sorprendentemente me hizo ver la visión mexicana tan única, enriquecedora y emotiva que se le puede dar a un género y una trama tan usada y abusada como ésta (me dio un nuevo nivel de temor); pero les aseguro que de todas estas películas, a lo mucho una les suena o escucharon de ella y si la llegaron a ver fue ya un logro.

Pues justo esa satisfactoria experiencia volví a tener la semana pasada con una película que pareciera hasta sin querer encontré, porque cuando la mencione a mis conocidos les resultaba absolutamente ajena. Me refiero a “Corina”, una película dirigida por Urzula Barba Hopfner y protagonizada por Naian González Norvind y uno de los talentos mexicanos internacionales del momento Cristo Fernández; 2 actores que muy seguramente les son desconocidos, pero en el caso de Cristo, al menos, con una ya importante carrera protagonizando la última entrega de Transformers en el 2023 y la multipremiada y ganadora del Emmy en varias ocasiones Ted Lasso, una de las mejores series de comedia en los últimos años (y mi favorita). Y luego de estas credenciales que en nuestro país nos son tan importantes para validar el trabajo de un compatriota, pasemos a lo que debe ser lo más importante, la trama y el trabajo.

Ubicada en el año 2000 y situada en la ciudad de Guadalajara, Corina es una joven es sus veintes que con una vida algo complicada y diferente a la de la mayoría; creciendo con el miedo impuesto a prácticamente todo por parte de su madre luego del fallecimiento de su papá en un accidente, y quien desde niña no sale de su colonia más que para trabajar en el periódico que queda a unas cuadras de su casa (y en el que su padre laboró en vida). Corina es la representación de esa persona que conocemos, tímida, temerosa, pero con un talento y capacidad que se empaña por su entorno y las limitantes que ella misma sin saber se ha puesto; y es cuando jugando entre sus sueños y anhelos, un aparente “error” la va a llevar a lidiar con sus fobias para tratar de arreglar el desastre. Ojo, porque siendo como es, la valentía no le va a venir de un rush de inspiración y heroísmo, sino del pánico a que algo peor pase y que muchas veces nos mueve a la mayoría, el miedo.

Por nada vayan a pensar en una historia que te inspira desde el “todo a estar bien” con un positivismo de influencer Good Vibes, es un relato humano (como lo menciono arriba) de cómo alguien que vive en pánico intermitente puede intentar lidiar con sus demonios para evitar que algo aun peor ocurra. Una interesante anécdota sobre la vida para alguien que ve como difíciles situaciones que para la mayoría es nada. Incluso llegue a preguntarme, cuántas veces no nos llegamos a sentir así, sin necesariamente vivir lo mismo que la protagonista, que he de mencionar sufre específicamente de agorafobia; una fobia a los lugares públicos, la gente y situaciones exponenciales muy específicas que hagan sentir vulnerable a la persona de acuerdo a sus experiencias previas (por definirla en pocas palabras).

Una cinta con una protagonista tan particular, en un relato tan especifico que aun siendo simple como cruzar la calle logra hacernos empatizar la relevancia de los logros de todo tipo y las situaciones que otras personas pasan con una experiencia de vida que no nos detenemos a analizar si es algo cercano a nosotros, aunque se asemeja a muchas vivencias nuestras y de conocidos. Una película mexicana, con mexicanos, con un lenguaje y contexto muy nuestro, pero con una historia que no cae ni en exceso de los estereotipos ni en algo que no es propio de nuestro comportamiento; sino justo todo lo contrario, algo muy particular pero narrado por quien habla nuestro idioma y vive en nuestra tierra. Si aun la encuentran en cines (porque muy pocas salas la tienen), no se van a arrepentir y sino, espérenla a plataformas y mientras tanto pueden echar ojo de la lista que les menciono arriba porque opciones nacionales si tenemos y plataformas que las ponen también, solo que no tenemos una guía adecuada para encontrarlas, aunque con gusto les puedo hacer una más extensa.

POR ANGEL SARMIENTO

FACEBOOK / INSTAGRAM / X / TIKTOK angelsarmientolopez

En línea noticias 2024