Michael Voris, autoproclamado defensor del catolicismo tradicional a través de su plataforma web de extrema derecha Church Militant, se encuentra en el ojo de la tormenta tras una serie de controversias que llevaron a su renuncia en noviembre de 2022. Durante 17 años, Voris lideró una cruzada contra lo que él denominaba el “sindicato internacional del crimen gay” que, según él, controlaba en secreto la Iglesia católica.
Sin embargo, su abrupta salida de Church Militant no fue el resultado de sus ataques ideológicos, sino de acusaciones más personales. Según documentos y entrevistas con el personal, Voris fue acusado de enviar fotos de sí mismo sin camisa a empleados y asociados, generando un escándalo interno que llevó a su renuncia y al despido de varios empleados.
La historia de Voris está marcada por su enfoque agresivo hacia aquellos a quienes considera enemigos de la fe católica. A menudo, utilizaba acusaciones de homosexualidad como arma, atacando a figuras prominentes de la Iglesia y a aquellos que abogaban por una postura más inclusiva hacia la comunidad LGBT+.
Church Militant, con más de 300 mil suscriptores en YouTube y un ingreso anual de 3.6 millones de dólares, se convirtió en un bastión para los conservadores católicos que se oponen a las reformas del Papa Francisco, especialmente en lo que respecta a la aceptación de la diversidad sexual.
La caída de Voris comenzó en abril de 2022, cuando imágenes inusuales aparecieron en la cuenta de almacenamiento en la nube de Church Militant. Selfies sin camisa de Voris, algunas de ellas sugestivas, provocaron una reacción entre el personal y generaron preguntas sobre cómo habían llegado allí.
Christine Niles, presentadora del webcast de Church Militant, alertó a la junta directiva en noviembre de 2022, revelando que Voris también enviaba fotos directamente a otros hombres, incluyendo empleados. Las quejas se acumularon, algunas sugiriendo que estas acciones podrían haber afectado las relaciones comerciales y las donaciones.
La junta de Church Militant anunció la renuncia de Voris sin proporcionar detalles específicos, citando una violación de la “cláusula de moralidad”. Posteriormente, se llevó a cabo una auditoría independiente de las finanzas de la organización.
Michael Voris, un ex reportero de televisión local, encontró su vocación después de la muerte de su madre hace 20 años. En 2006, lanzó Church Militant bajo el nombre “Real Catholic TV”, enfocándose en una corriente conservadora del catolicismo estadounidense opuesta a las políticas más liberales del Papa Francisco.
El ascenso de Church Militant a la prominencia ocurrió durante el “Verano de la Vergüenza” de 2018, cuando la Iglesia Católica fue sacudida por nuevas acusaciones de abuso sexual. Voris intensificó sus ataques sobre temas de sexualidad, posicionándose como un crítico feroz de las personas LGBT+.
A pesar de su postura pública, Voris tuvo que lidiar con su propia historia complicada. En 2016, admitió en su programa haber vivido una vida “extremadamente pecaminosa” décadas atrás, relacionada con hombres homosexuales. Aunque dijo haber abandonado ese estilo de vida, continuó atacando a la comunidad LGBT+.
El escándalo interno reveló una dinámica compleja en Church Militant. La junta directiva vendió dos de sus edificios de oficinas en diciembre, indicando problemas financieros. El juicio de difamación de un sacerdote en New Hampshire está programado para marzo, lo que agrega más incertidumbre al futuro de la organización.
Excelsior