Hombre que llevaba a su amigo oculto en tinaco declara
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Lo que es considerada una verdadera historia de terror ha dado mucho de qué hablar, pues un sujeto que previamente había asesinado a su compañero de juerga y se entregó a las autoridades de manera voluntaria mencionó que el “fantasma” de su amigo no lo dejaba en paz.
Los hechos ocurrieron en calles de Xochimilco, donde Owen “M”, de 27 años de edad, llamó la atención de agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del Sector Tepepan para confesar su crimen, según lo relatado por el periodista Carlos Jiménez.
Ante las insistentes llamadas del presunto culpable, los policías decidieron seguirlo hasta un predio, donde el nervioso sujeto señaló el tinaco en el que depositó el cuerpo de su amigo, de 60 años de edad. Tras recuperar el cadáver, los agentes detuvieron a Owen “M”, quien confesó ser el autor del asesinato. Pero la historia no hacía más que empezar.
“Ante la información, los efectivos policiales solicitaron el apoyo de otros equipos de trabajo, acordonaron la zona y se dirigieron al lugar referido, donde hallaron un contenedor de agua color negro y, en su interior, vieron a una persona con visibles manchas hemáticas en la cabeza”, declaró la SSC.
“Lo más tremendo es que nadie se da cuenta cuando mueven cadáveres en recipientes tan grandes. Debería ser algo sospechoso que todas las autoridades deberían revisar”, “Lo que deja el alcohol”, “Legítima defensa, y eso que no estaban en igualdad de condiciones”, son algunos de los comentarios en redes sociales.
Varias copas y cuentas por pagar
Según el relato hecho por el ahora asesino confeso, hace un par de días ambos compartían un buen rato ingiriendo bebidas alcohólicas en un predio de la colonia San Isidro, en la alcaldía Xochimilco. Al calor de las copas, el sexagenario habría exigido a Owen el pago de ciertas dosis de drogas que había consumido, pero el joven no tenía dinero.
Molesto, la víctima habría intentado abusar sexualmente de él. Los acercamientos lascivos de su amigo encendieron las alarmas en Owen, quien rápidamente lo apuñaló con un objeto punzocortante, causándole heridas que terminaron con su vida. Aterrado por su acción, el joven decidió ocultar el cadáver de su amigo en un tinaco vacío, mientras decidía qué hacer con él. Durante varios días lo dejó en este sitio, pero un suceso extraño lo hizo recapacitar.
Visitas fantasmagóricas
Owen “M” señaló que, durante los días posteriores al asesinato de su amigo, cuya identidad todavía permanece resguardada, éste se le aparecía en sueños, obligándolo a confesar su crimen y darle sepultura.
Por su parte, los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México le encontraron, al momento de su detención, seis dosis de cocaína en piedra, por lo que no descartan que las visiones fantasmales hayan sido producto del consumo de estupefacientes.
Crédito: Quinto Poder