Hace unos días se llevó a cabo el Congreso Nacional Usem Joven, el cual reunió a emprendedores de todo el país, durante el evento el tema central fue el compromiso que tenemos con nuestra comunidad, se le llamó «Horas México», es decir el tiempo que cada uno de nosotros dedica al país, para construir una comunidad más próspera, fraterna y equitativa.
La visión individualista que sostiene que un país avanza, si yo solo me preocupo por estar bien yo y todos hacen lo mismo no funciona, es necesario que la persona también se involucre en la resolución de los problemas comunes y en justa medida procure el bien ser y bien estar de los demás.
Por algún tiempo, se pensó que generando beneficios para algunos pocos agentes económicos, ellos se procurarían que esta prosperidad bajara en cascada hacia toda la sociedad, el resultado ha sido un México con enormes desigualdades y con más de 60 millones de personas en pobreza.
Entre más se tiene, se sabe o se puede, mayor es el compromiso de dar y darnos con quien tiene, sabe o puede menos.
Como ciudadanos nos corresponde dedicar parte de nuestro tiempo a actividades de la sociedad, como puede ser; apoyando causas sociales que busquen ayudar a quien menos tienen, como líderes sociales impulsando políticas públicas justas, como buenos vecinos generando mejores condiciones para el planeta, para nuestro país, para nuestra ciudad, para nuestra colonia.
Las relaciones humanas son clave para el desarrollo personal y comunitario, es recomendable en ellas evitar el egoísmo de la independencia relacional, la toxicidad de la codependencia y procurar las relaciones de interdependencia, donde nos reconocemos plenos, capaces y completos pero nos aceptamos como parte de una sociedad que nos necesita y a la cual necesitamos.
Hoy más que nunca nuestro país nos necesita activos, tolerantes y positivos, saliendo de la apatía y dando las «horas México» que son necesarias.