Las autoridades de Indonesia planean reubicar de manera permanente a 16.000 personas que viven en la zona de exclusión establecida en torno al volcán Lewotobi Laki-laki, en la isla de Flores, cuya erupción ha dejado 9 muertos y 64 heridos, informaron este miércoles los equipos de emergencia.
El director de la Agencia Regional de Gestión de Desastres (BPBD), Suharyanto, declaró que la medida a largo plazo tiene como objetivo la seguridad de la población y evitar que se repita de nuevo un desastre con pérdida de vidas.
Suharyanto, que como muchos indonesios solo tiene nombre, visitó la víspera algunos de los refugios habilitados para los residentes evacuados tras las recientes erupciones del Lewotobi Laki-laki y remarcó que muchos de los afectados están de acuerdo con ser reubicados, publicó el ente en la red social Facebook.
A raíz de erupción registrada en la medianoche del domingo, las autoridades establecieron un radio de exclusión de 7 kilómetros desde el cráter del volcán que afecta a 8 aldeas asentadas en la ladera del monte, con una población estimada en 16.000 personas.
La explosión del Lewotobi Laki-laki, cuyo nivel de alerta fue elevado al 4 (el máximo), envió rocas incandescentes a kilómetros de distancia y provocó incendios y daños en numerosos edificios de las poblaciones del lugar.
Indonesia alberga más de 400 volcanes, de los que al menos 129 continúan activos y 65 están calificados de peligrosos.
El archipiélago vivió en diciembre de 2023 la trágica erupción del volcán Merapi en la isla de Sumatra, que se cobró la vida de 23 personas.
En mayo, también en torno al Merapi, al menos 60 personas perdieron la vida después de que fuertes lluvias arrastraran material volcánico a zonas residenciales.
Indonesia se asienta dentro del denominado Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría de escasa magnitud.