
El integrante del Cuarto de Junto del T-MEC., Guillermo Malpica Soto, señaló que por mucha presión que haya de un gobierno como el de Estados Unidos que dura cuatro años, los proyectos de las empresas son inversiones a largo, muy largo plazo.
En medio de los anuncios de Volkswagen en el sentido de preservar sus plantas productivas de vehículos en Puebla, México, y de baterías en Canadá, así como las presiones del “Poderoso y proteccionista” sindicato de trabajadores automotrices de Estados Unidos (United Auto Workers), refirió que las condiciones de inversión son las que valoran las empresas para sus proyectos.
Por muchos incentivos para el reshoring o establecimiento de empresas en Estados Unidos, la racional de inversionistas es de largo plazo, por mucha presión que haya de un gobierno que dura cuatro años, son inversiones a largo, muy largo plazo, adujo.
Sin embargo advirtió un impacto importante de imponerse el 2 de abril aranceles a las exportaciones desde México, pues 76 por ciento de vehículos que se exportan van a los Estados Unidos y 83 por ciento de las ventas generales.
Con los aranceles, saldríamos de mercado, habría pérdida de competitividad, mayor volatilidad cambiaria y desempleo ante la incertidumbre externa, aunado a que sería un “malísimo mensaje a las inversiones”.
Señaló que estimaciones en torno a los aranceles plantean una caída del 12 por ciento en las exportaciones y caída de 4.4 por ciento en PIB junto a la desaceleración económica, en una baja de aproximadamente de la mitad a la que tuvo la economía mexicana en la pandemia Covid.
Recordó que de hecho hubo tres días donde hubo aranceles generalizados que se suspendieron y aplazó su eventual aplicación al 2 de abril, donde se especula en torno a un arancel reciproco y compensatorio, así como generales en función de impuestos que se aplican por los socios en el T-MEC.
Refirió que la incertidumbre en torno a políticas económicas, la guerra en Ucrania y en mercados de productos chinos de tecnología, fueron algunos de los factores que provocaron el desplome de los mercados bursátiles esta semana, en especial los vinculados a empresas tecnológicas que dependen mucho de acceso a energías y minerales raros.