El Ejército israelí confirmó este martes la muerte de Ali Tawfiq Dweiq, al que identifica como comandante de la división de cohetes de medio alcance del grupo chií Hizbulá, en un bombardeo en Kfar Jouz, en el sur de Líbano.
“Dweiq comandaba la división de cohetes de medio alcance desde septiembre de 2024, reemplazando al comandante previo, que fue eliminado”, recogió un comunicado castrense.
Las fuerzas armadas israelíes le atribuyen el lanzamiento de más de 300 proyectiles hacia su territorio, incluyendo la importante ciudad de Haifa, en el norte de Israel, y otras áreas del centro del país.
El Ejército defiende llevar atacando meses infraestructuras del grupo proiraní con lanzacohetes que apuntaban hacia Israel, así como otros almacenes de arma, y siempre resalta que limita sus operaciones a degradar las capacidades de los milicianos.
Además, los soldados mantienen la invasión terrestre del sur del país, que comenzó en la noche del 30 de septiembre al 1 de octubre.
Allí, la 98ª División de las fuerzas armadas lanzó además una serie de redadas contra lo que considera un “bastión central de Hizbulá en el sur de Líbano”, el cual estaría dedicado a atacar especialmente el área de Kiryat Shmona, en el norte de Israel, según el diario The Times of Israel.
“En coordinación con las Fuerzas del Aire, las tropas han atacado decenas de objetivos”, informó el Ejército.
Por otro lado, los soldados en el terreno hallaron un cargamento de armas, entre municiones, fusiles y explosivos, en una escuela de una aldea del sur del país vecino que no identificaron.
“Esto prueba que Hizbulá hace un uso cínico de las infraestructuras civiles para sus actividades”, reprocharon las fuerzas armadas, que insisten constantemente en el uso de viviendas y otros edificios civiles del sur, prácticamente desierto, como almacenes de armas.
El intercambio de fuego constante en torno a la frontera entre Líbano e Israel llevó a más de 90.000 personas a desplazarse en el sur de este país, mientras que 60.000 israelíes hicieron lo mismo al sur de la divisoria.
Tras intensificar Israel su campaña de bombardeos contra Líbano el 23 de septiembre, que afecta ahora a gran parte del sur, el este en el Valle de la Becá, y la capital, Beirut, los desplazados subieron a 1,2 millones.
Más de un año de intercambio de fuego ha acabado con la vida de más de 3.500 personas en Líbano, la mayoría desde que el Ejército israelí intensificó su campaña de bombardeos contra el país vecino el pasado 23 de septiembre. En dos meses, más de 200 niños han perdido la vida.
Las fuerzas armadas aseguran que unos 2.500 eran milicianos del miembros de Hizbulá, aunque no especifican si eran combatientes.
Del lado israelí 77 personas han fallecido por ataques lanzados desde Líbano, en su mayoría atribuibles al grupo proiraní, de las cuales 46 eran civiles (6 de ellos extranjeros). Además, 42 soldados han muerto en combate en el sur del país vecino, donde mantienen una invasión terrestre desde el pasado 1 de octubre.