
¿Es Jurassic World: Rebirth la peor película de la saga? ¿Es también la más exitosa de la temporada o de la franquicia?
El mundo de los dinosaurios tiene una base de fans fervientes y aguerridos, y durante las últimas semanas de la cartelera cinematográfica lo han demostrado con el exitoso estreno a la séptima entrega de la franquicia de dinosaurios que cambió el mundo del cine. A 22 años del estreno de la cinta original de Steven Spielberg en la que el multimillonario John Hammond hiciera realidad el sueño de muchos al clonar dinosaurios del Jurásico y crear con ellos un parque temático en su isla, la franquicia de “Jurassic Park” ha pasado 4 décadas teniendo distintos protagonistas y personajes al mando. Hace solo 10 años regresaría a la pantalla con gran aceptación del público y un elenco que incluía a Chris Pratt y Bryce Dallas Howard; siendo ellos la pareja dinámica que logró llevar a las nuevas generaciones la continuación de la trilogía original, y que si bien tuvo muchos tropiezos en sus posteriores entregas, reavivó la chispa solo para seguir el mismo destino que los proyectos en su momento encabezados por Sam Neill y Jeff Goldblum; con una despedida del Mundo Jurasico en 2022 que aunque algo tibia, parecía definitiva. Pero como Hollywood es una industria tan cambiante, 3 años parecen como toda una vida cuando se trata de traer de regreso la nostalgia, y es Scarlett Johansson quien en esta ocasión tomó la batuta y se convierte en la cara de una posible nueva trilogía.
Dicho lo anterior, desde su estreno hace ya unas semanas, “Jurassic World: Rebirth” es el regreso a este mundo que ha recibido críticas mixtas (en su mayoría negativas), con especialistas y espectadores destacando su historia entretenida, aunque la mayoría le consideran superficial; llena de clichés repetidos por ellos mismos y una falta de originalidad en comparación con entregas anteriores, y que para mi resulta mediocre en su estética visual, narrativa y desarrollo de personajes (vaya, ni siquiera los dinosaurios son tan buenos en forma y fondo). Pasando a ser más una historia de criaturas mutantes, algo entre godzilla y Alien (de hecho su director Gareth Edwards admite que su intención era justo replicar a este último e icónico personaje, rosando más el terror y la ciencia ficción que son su inspiración desde niño). Pero aun con todo lo anterior, “Jurassic World” se convirtió en la cuarta película del año en sobrepasar los 650 millones de dólares, un éxito total en la taquilla, tan solo por detrás de nombres como Minecraft o Lilo & Stich; lo que sin duda alguna nos deja claro que aun cuando la historia deje mucho que desear, todo lo que lleve el nombre de la saga del T-Rex está destinado al éxito financiero, aun cuando no estemos totalmente complacidos.
Pero ¿cuáles son los desaciertos de esta entrega? Como ya lo decía arriba, el descanso de solo 3 años, que en medición de mortales como usted y yo es un periodo sumamente corto. Y si bien la sobreproducción de proyectos tiende a dichos tiempos, para muchos de nosotros aun está demasiado fresco el recuerdo de la cinta anterior, que se sintió como una despedida de por al menos otra década, por ello ¿3 años después? Además de esto, la selección de Johansson como la protagonista principal al lado de Jonathan Bailey, que es una apuesta segura en términos de dinero por la gran popularidad de ambos y un trabajo grato para la actriz, quien comenta en entrevistas intentó ser parte del proyecto desde su trilogía anterior; pero en lo personal siento forzada la trama y el desarrollo acelerado con el que intentan hacerme empatizar con sus personajes. Y ni hablemos de la familia que por casualidad aparece en la película en medio de la nada, para terminar junto con nuestro grupo de mercenarios atrapados en una isla de experimentos, acechados por toda clase de criaturas mitológicas dotadas de habilidades que convenientemente funcionan para dificultar la trama. Es decir, tenemos a un grupo de desconocidos con los que no tengo tiempo de fraternizar en medio de una pelea entre dinosauros mutantes con un pésimo CGI y tiranosaurios pura sangre siendo molestados por los interés de estos forasteros de tomarles muestras de ADN para crear una cura para el cáncer y ser vendida por un grupo farmacéutico, a la par de unos niños atrapados en el lugar (porque siempre debe haber al menos 2 niños sin motivo en particular en cada película), y con Manuel García-Rulfo como el padre más negligente del cine de los últimos años.
Demasiadas cosas que quedan solo en la superficie, remarcando una fórmula segura; un villano acartonado y falso como sus creaciones y una historia que tarda en mostrarnos lo que queremos, “dinosaurios”, para hacerlo luego con una calidad cuestionable y una narración que realmente no marca el rumbo para una siguiente entrega o conexión hacia un posible desarrollo más que seguir lucrando con este reino perdido dentro y fuera de la pantalla; pero que parece, no importa cuán blanda o inverosímil pueda ser su premisa, su público estará ahí para respaldarla (y quizá me incluyo entre ellos); al menos hasta que luego de un gran desgaste estén dispuestos a dormirla, solo para darle nueva vida y piel al poco tiempo.
“Jurassic World: Rebirth” se encuentra aun en cines y parece que se mantendrá en la cartelera unas semanas más.
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