
El paradero de Santa Martha Acatitla suele ser un lugar de tránsito constante, un punto donde confluyen miles de historias. Entre ellas estaba la de Alicia Matías Teodoro, de 54 años, checadora de transporte público que conocía cada rincón del sitio como la palma de su mano. Ayer, acompañada de su nieta Jazmín, de apenas dos años, vivió una de las tragedias más desgarradoras en la zona.
La rutina parecía transcurrir como siempre. Alicia estaba cerca de terminar su turno cuando, alrededor de las dos de la tarde, un estruendo cambió todo: una pipa de gas volcó en los accesos de la autopista México–Puebla, a la altura del Puente de la Concordia. El fuego se expandió sin tregua, alcanzando el área donde se encontraba con la niña.
En un acto instintivo de amor y valentía, Alicia cubrió a su nieta con su propio cuerpo. La protegió de las llamas y, pese a sus heridas, intentó caminar en busca de ayuda. Fue entonces cuando el policía segundo Sergio Ángel Soriano Buendía, del Sector Cetram Santa Marta, la encontró y tomó en brazos a la menor para trasladarla de urgencia en una motocicleta particular a un hospital.
Jazmín se recupera ahora en el Hospital General del IMSS en Los Reyes La Paz. Su madre y su tía pudieron verla a través de una videollamada y confirman que se encuentra estable. Alicia, en cambio, enfrenta una lucha mucho más dura: tiene quemaduras en el 90% de su cuerpo y fue trasladada al Hospital Magdalena de las Salinas, en Gustavo A. Madero, donde permanece internada.
“Mi mamá siempre estaba para todos”, cuenta Rosa Icela, una de sus hijas, con la voz quebrada. “Ese día mi hermana no tenía con quién dejar a la niña y ella, como siempre, se la llevó. Y cuando pasó lo peor, alcanzó a cubrirla”.
El accidente dejó 67 heridos y tres muertos, pero en medio de la tragedia la historia de Alicia resuena con fuerza: la de una mujer que, sin pensarlo dos veces, puso su vida por delante para salvar la de su nieta.
Su familia espera, entre la angustia y la esperanza, que ese mismo amor que la llevó a desafiar el fuego le dé ahora la fortaleza para sobrevivir.