
La participación de México en la Segunda Guerra Mundial (SGM) si bien es conocida por la intervención del Escuadrón 201, después de mantener una postura neutral en el inicio, también destacó por su implicación en aspectos económicos y geopolíticos durante el conflicto.
Tras el ataque alemán a los buques petroleros mexicanos ‘Potrero del Llano’, el 13 de mayo de 1942, y ‘Faja de Oro’m el 20 de mayo de ese mismo año, en el golfo de México, la agresión provocó que el Gobierno del presidente Manuel Ávila Camacho (1940-1946) declarara la guerra al Eje y se inclinara por los aliados.
El Escuadrón 201 fue la única unidad militar mexicana en tener participación directa en el campo de batalla, con 53 misiones de apoyo directo a tierra en Luzón (Filipinas) en el verano de 1945.
Precisamente esta semana, a los 100 años de edad, falleció el sargento César Maximiliano Gutiérrez Marín, último sobreviviente del Escuadrón 201, héroe y veterano de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana (FAEM) que participó en la II Guerra Mundial, según la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa) de México.
México y su ubicación geográfica
En entrevista con EFE, Martha Ortega Soto, Maestra en Historia por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), destacó que “la ubicación geográfica que tiene México, no solo como socio comercial y como proveedor de fuerza de trabajo de EE.UU., le ha dado al país una presencia en las cuestiones internacionales de suma relevancia”.
Recordó que, en aquel momento, “lo más importante para la geopolítica estadounidense era el Pacífico (…) y evitar una posible expansión de los intereses japoneses en América Latina era de interés prioritario para Estados Unidos”.
Además, dijo que como México es un país minero por excelencia, uno de los intereses de Estados Unidos era que el país “explotará esa industria para producir las materias primas como cobre, zinc, plomo y los exportara a Estados Unidos para la industria armamentística”.
Y aquí, agregó, es donde, tal vez México “tiene una participación más relevante, no por el Escuadrón 201, que es importante, sino porque lo que preocupa al Gobierno estadounidense es que los barcos japoneses puedan apoderarse o puedan llegar a las costas mexicanas y desde ahí armar una ofensiva”.
“Es una posibilidad, no ocurrió. Pero en el escenario de la guerra tenían que contemplarlo (…) luego el propio Gobierno estadounidense declaró, ya pasado 1941, que la defensa de México era una cuestión de seguridad nacional”, finalizó Ortega Soto.