Los San Francisco 49ers y los Dallas Cowboys, dos de las franquicias más importantes de la NFL, se confirmaron como las dos grandes decepciones del año al quedar fuera de la lucha por clasificar a los playoffs en la semana 16 de la temporada 2024.
A dos partidos del final del año, los 49ers, campeones de la Conferencia Nacional (NFC), quedaron sin opciones de postemporada gracias a su marca de seis triunfos y nueve derrotas, que los ubica en el último lugar de la división Oeste de su conferencia.
Los Cowboys, conocido como ‘El equipo de América’ por su popularidad, agotaron sus posibilidades por su récord de siete victorias y ocho tropiezos en el tercer escalón del Este de la NFC.
Con estas tempranas eliminaciones ambos se acercan a casi tres décadas sin ganar un Super Bowl. El más reciente obtenido por los gambusinos fue en la edición XXIX, correspondiente a la temporada 1994, cuando superaron 49-26 a los Chargers.
El equipo de la estrella solitaria levantó su más cercano trofeo Lombardi en el Super Bowl XXX de la campaña 1995, en la que vencieron 27-17 a los Steelers.
Previo al inicio de la temporada 2024, San Francisco aparecía como candidato para repetir como contendiente en el Super Bowl, luego de su derrota de febrero pasado ante Kansas City Chiefs.
La calidad del plantel, con estrellas en prácticamente todas las posiciones, prometía una campaña espectacular, pero la irregularidad y una cascada de lesiones acabaron con su etiqueta.
A lo largo del año 49ers perdió a todos sus corredores por lesión. Elijah Mitchell, ni siquiera empezó la temporada; el estelar Christian McCaffrey, debutó hasta la semana 10 y se lesionó tres partidos después para no volver; Jordan Mason, quedó fuera en la semana 13; y el novato Isaac Guerendo se lesionó en la 15.
Bajas a las que se sumaron en distintos momentos las del receptor Brandon Aiyuk; el novato Ricky Pearsall, herido de bala al inicio de la campaña; el veterano Trent Williams, lesionado y tocado emocionalmente por la muerte de su hijo nonato; lo mismo que Charvarius Ward, quien perdió varios juegos por el fallecimiento de su hija de un año; situaciones a las que agregaron una decena más.
La derrota del domingo pasado ante Dolphins fue el colofón a un año de pesadilla para los monarcas de la NFC.
En los Cowboys, a pesar del triunfo del fin de semana ante Tampa Bay Buccaneers, la temporada fue un desastre en especial en sus presentaciones en casa, donde perdieron cinco partidos en fila.
A ello se sumó un equipo desconcentrado, el séptimo más castigado de la NFL con 109 penalizaciones que les hicieron perder 785 yardas.
Sin olvidar las bajas por lesión de piezas clave como Dak Prescott, pasador estelar, fuera desde la semana 10; Micah Parsons, líder de su defensiva, por cuatro juegos; Zack Martin, T.J. Bass, DeMarcus Lawrence, Trevon Diggs, Markquese Bell, entre otros.
Lesiones y críticas sobre el coach Mike McCarthy, a quien Jerry Jones, dueño del equipo, respalda a pesar de que los resultados.
Será un duro cierre de campaña para 49ers y Cowboys, grandes decepciones del 2024 que se acercan a completar tres décadas sin sumar, respectivamente, un sexto trofeo Lombardi a su historia.