El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, llamó este martes a “abrir los ojos” y permanecer atentos en negociaciones con otras naciones, en medio de especulaciones acerca de posibles conversaciones con Estados Unidos y Occidente acerca de su programa nuclear.
“Tenemos que abrir los ojos y permanecer atentos a con quién tratamos, con quién nos relacionamos y con quién hablamos”, dijo la máxima autoridad religiosa y política del país persa en un encuentro en Teherán con embajadores de naciones islámicas y altos cargos iraníes.
“Debemos reconocer que detrás de las sonrisas diplomáticas se esconden enemistades y rencores”, añadió.
El religioso afirmó que cuando se conoce a la otra persona en una negociación se “puede hacer un trato, pero hay que saber qué hacer”.
Las advertencias de Jameneí se producen cuando se especula en el país persa con la posibilidad de que se produzcan negociaciones entre Irán y Estados Unidos, donde Donald Trump acaba de tomar posesión como presidente.
Durante su primer mandato (2017-2020), Trump abandonó el pacto nuclear en 2018 e impuso la llamada política de «máxima presión» contra el país persa, lo que hundió la economía iraní.
Pero desde su toma de posesión la semana pasada, el republicano ha sugerido la posibilidad de negociar con Teherán.
El pacto nuclear de 2015 firmado entre Irán y seis potencias limitaba el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de las sanciones económicas internacionales.
El viceministro de Exteriores de Irán, Majid Takht Ravanchi, afirmó ayer que no se han producido hasta ahora contactos con la Administración de Trump y advirtió que solo están dispuestos a discutir sobre su programa nuclear y no sobre sus misiles o su apoyo a sus aliados en la región.
Ravanchi ha representado a su país en los últimos meses en tres reuniones con Reino Unido, Alemania y Francia, además de la Unión Europea.
Tras la salida estadounidense del acuerdo nuclear, Irán enriquece uranio muy por encima de lo permitido y ya posee 182,3 kilos enriquecido al 60 % de pureza, cercano al uso militar al 90 %, según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).