Lisboa presenta túnel de su nuevo sistema anti-inundaciones

Lisboa Presenta El Primer Túnel De Su Nuevo Sistema Anti Inundaciones

El alcalde de Lisboa, el conservador Carlos Moedas, presentó este martes junto a la comisaria europea de Medio Ambiente, Jessika Roswal, el primero de los dos túneles del nuevo plan general de drenaje, que impedirá que el casco histórico de la ciudad se inunde durante episodios de lluvia extrema.

Se trata de un pasadizo subterráneo de 4,4 kilómetros de longitud entre la zona de Monsanto, en la parte alta de la capital, y la de Santa Apolónia, en la parte baja, y que servirá para redirigir hasta el río Tajo el exceso de precipitaciones que previamente no podía ser absorbido por el alcantarillado.

Moedas, acompañado por Roswal y la ministra lusa de Medio Ambiente y Energía, Maria da Graça Carvalho, mostró a la prensa el tramo final de esta compleja obra de ingeniera, cuyo presupuesto asciende a los 250 millones de euros.

Su construcción ha sido posible gracias a una tuneladora de más de diez metros de diámetro que, durante dos años y medio, se abrió paso por el subsuelo a un ritmo medio de 10 metros al día hasta retirar cerca de medio millón de metros cúbicos de tierra.

El ingeniero jefe del proyecto, José Silva Ferreira, explicó que el conducto no entrará en funcionamiento hasta el invierno de 2026, cuando acaben las obras de refuerzo del túnel de metro cercano que tendrá que rodear para conectar con el río y se conecte con el resto de las instalaciones.

No obstante, aseguró que están “trabajando” para que tanto este como el otro conducto −de 1 kilómetro de longitud y que, a partir de abril, conectará los barrios de Chelas y Beato, junto al puerto de Lisboa− se pongan en marcha lo antes posible.

“Mi equipo y yo estamos muy satisfechos, como creo que también lo está la ciudad. Estamos en el camino correcto”, afirmó Silva Ferreira, que agradeció el esfuerzo de los cientos de trabajadores -medio millar tan solo en el último mes- que han hecho posible el túnel.

Por su parte, Moedas celebró la rápida conclusión de las obras e indicó que parte del agua que circulará por las instalaciones será enviada a una reserva de 17.000 metros cúbicos para ser tratada y, posteriormente, utilizada para regar los parques y limpiar las calles de la ciudad.

Este proyecto “no sólo sirve para ahorrar agua”, sino también para que los lisboetas puedan estar protegidos “de las inundaciones y del cambio climático”, dijo Moedas.

Por su parte, la comisaria europea de Medio Ambiente, Jessika Roswal, calificó este proyecto de “histórico” y felicitó a las autoridades portuguesas por implantar “soluciones basadas en la naturaleza”, en línea con la Comisión Europea, para gestionar los recursos hídricos.

“Hemos dado el agua por sentado durante demasiado tiempo”, apuntó Roswal, que añadió que “proyectos como este son un ejemplo de que sabemos lo que hay que hacer, pero hay que pasar a la acción”.

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