Los “Vivos de Auschwitz” y sus descendientes vuelven a recorrer el camino del recuerdo

Los "vivos De Auschwitz" Y Sus Descendientes Vuelven A Recorrer El Camino Del Recuerdo

Aproximadamente 8.000 personas, en su mayoría jóvenes, tomaron parte este jueves en la llamada Marcha de los Vivos en Auschwitz, partiendo desde la icónica puerta con la cínica inscripción “Arbeit macht frei” (El trabajo hace libre) hasta el recinto de Birkenau, el mayor campo de exterminio del nazismo, en una emotiva jornada que contó con la presencia de rehenes rescatados de Hamás.

La Marcha de los Vivos, que se celebra cada año desde 1988, revistió en esta ocasión un significado especial al conmemorar el 80 aniversario de la liberación de los campos nazis por los Aliados, además de la asistencia de unos 80 supervivientes del Holocausto y 10 rehenes israelíes que fueron secuestrados en medio de la masacre perpetrada por la organización terrorista Hamás en octubre de 2023.

La marcha comenzó al son del shofar, un instrumento litúrgico hebreo hecho con cuerno de carnero, que marcaba la salida de uno de los grupos llegados de todo el mundo, desde Israel hasta Argentina o Australia y Canadá.

Bajo el arco de la infame puerta de Auschwitz, los presidentes de Polonia, Andrzej Duda, y de Israel, Isaac Herzog, se unieron a la Marcha tras saludar a varios de los supervivientes del Holocausto, después de colocar sendas coronas de flores en el llamado Muro de la Muerte, donde miles de prisioneros fueron fusilados hasta el punto de que los alemanes tuvieron que reconstruir la pared varias veces.

El presidente polaco señaló que Auschwitz es una “señal de advertencia para todo el mundo” y un lugar crucial tanto para la nación judía como para los muchos polacos que allí murieron, a lo que el presidente Herzog respondió con la esperanza de marchar “hacia un futuro compartido construido sobre un pasado común”.

El camino de la historia: hacia Birkenau

El recorrido de tres kilómetros desde Auschwitz I hasta el antiguo Auschwitz II-Birkenau llevó a los participantes por lugares emblemáticos como la llamada Judenrampe, la vía entre los antiguos campos a donde, desde la primavera de 1942, llegaban transportes con cientos de miles de víctimas que en la mayoría de los casos no vivirían más que unas semanas.

En Birkenau, donde acababan los raíles de los trenes que transportaban a los prisioneros desde los guetos de toda Europa, los médicos de las SS realizaban selecciones brutales in situ, enviando aproximadamente al 75 por ciento de las personas, sobre todo niños, ancianos o aquellos incapaces de trabajar, directamente a las cámaras de gas.

Los integrantes de la Marcha alternaban los cánticos y celebraciones con momentos emotivos que les llevaban a las lágrimas, especialmente al llegar a la puerta principal de Birkenau, una estructura de ladrillo con torre de vigilancia que se ha convertido en otro símbolo del Holocausto.

El tendido ferroviaria de 750 metros de largo que, en línea recta, fue construido en 1944, justo antes de la deportación masiva de judíos húngaros, estaba hoy lleno de carteles con nombres de víctimas, velas en su recuerdo y pequeñas banderas, retratos y objetos personales.

El representante permanente de Israel ante las Naciones Unidas, Danny Danon, declaró a EFE que “la ola de antisemitismo que hay actualmente no se combate con palabras sino con hechos” y subrayó que “una vez que entras en Auschwitz sales de él siendo una persona diferente”.

La maestra polaca Agnieszka, quien acompañaba a estudiantes, describió como la visita buscaba concienciar sobre el terrible fenómeno del genocidio: “me conmueve profundamente el dolor de las víctimas que murieron aquí. Es como tocar la historia. Un dolor tangible”.

Karl Lucius, un judío de Alemania, compartió el sentimiento de estar abrumado pero también la determinación de mostrar solidaridad y “demostrar que estamos vivos”.

Lluvia, cantos y recuerdos

Miles de participantes asistieron a la ceremonia principal en Auschwitz II-Birkenau, junto al monumento a las víctimas, situado entre las ruinas de los crematorios más grandes.

La superviviente del cautiverio de Hamás Agam Berger interpretó un fragmento de la banda sonora de la película “La lista de Schindler” con un violín de 103 años que llegó a Auschwitz como producto del saqueo nazi.

Estaba previsto que el presidente israelí y el polaco diesen un discurso conjunto, pero una fuerte tormenta con una lluvia torrencial obligó a acortar la ceremonia, suspendiéndose los discursos y procediéndose a la rápida evacuación de las personas más vulnerables.

A pesar de todo, algunos grupos continuaron cantando oraciones fúnebres como el male rachamim y el Kaddish bajo la lluvia.

Los organizadores de la Marcha hicieron de esta edición un llamamiento que ponga de manifiesto la relación entre la tragedia del Holocausto y el sufrimiento actual de los rehenes retenidos por Hamás, así como la difusión del mensaje “Nunca Más es Ahora” por parte de jóvenes creadores de contenido digital en redes sociales.

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