Una niña palestina de 13 años identificada como Bana Amjad Bakr murió este viernes en Qaryout, una aldea al sur de Nablus, en la ocupada Cisjordania, tras recibir un disparo de las fuerzas israelíes, según confirmó el Ministerio de Sanidad palestino.
El padre de Bana confirmó a la agencia oficial de noticias palestina, Wafa, que su hija fue alcanzada por disparos del Ejército israelí mientras estaba con sus hermanas en su habitación.
Los equipos de la Media Luna Roja Palestina brindaron primeros auxilios a la niña que sufrió heridas críticas de bala en el pecho y la trasladaron a un centro hospitalario donde finalmente murió.
Fuentes locales informaron de que todo empezó cuando colonos, custodiados por las fuerzas israelíes, irrumpieron en la aldea y atacaron las casas de los aldeanos en la parte sur, arrojando piedras e incendiando zonas de tierras de cultivo.
Se estima que más de 700.000 colonos israelíes viven en colonias en Jerusalén Este ocupada y Cisjordania, bajo el amparo de la ley israelí.
La de Bakr es la segunda muerte de este viernes por disparos del Ejército israelí en la gobernación de Nablus.
Horas antes, las fuerzas israelíes también dispararon contra la activista estadounidense y de origen turco, Aysenur Ezgi Eygi, de 26 años, mientras participaba en una manifestación pacífica contra la expansión de los asentamientos.
El Ejército israelí, por su parte, alegó en un comunicado breve que se vio obligado a abrir fuego para mitigar “la amenaza” de “un instigador que arrojaba piedras contras las fuerzas”.
“Se están revisando los detalles del incidente y las circunstancias en las que fue golpeada la activista”, agregaron en la nota castrense.
Cisjordania ocupada vive su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-05), y en lo que va de 2024 más de 331 palestinos han muerto por fuego israelí, la mayoría milicianos o atacantes pero también civiles, incluidos medio centenar de menores -según el recuento de EFE-, tras cerrar 2023 como el año más letal en dos décadas con más de 520 muertos.