La Autoridad Nacional Palestina condenó este domingo el bombardeo israelí que causó 72 muertos en Beit Lahia, en la zona del norte de Gaza asediada desde hace más de un mes por el Ejército, y culpó a Estados Unidos (EEUU) de permitir la “sangrienta agresión” en la Franja.
El portavoz de la presidencia palestina, Nabil Abu Rudeina, dijo que la ofensiva es el “resultado de haber dado (Estados Unidos) a las autoridades de ocupación israelíes cobertura política para escapar del castigo y desafiar las resoluciones internacionales de legitimidad”.
En este sentido, Rudeina llamó a Estados Unidos a obligar a Israel a detener la agresión en Gaza y cumplir la Resolución 2735 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, consistente en el apoyo del organismo a la propuesta de alto el fuego presentada por el presidente estadounidense saliente, Joe Biden.
Esta propuesta, que la ONU apoya pero que no llegó a ser implementada por las partes, llama al alto el fuego en Gaza, donde han muerto 43.846 desde el inicio de la ofensiva israelí, así como a unas negociaciones posteriores para establecer el cese definitivo de las hostilidades.
La organización islamista Hamás, que gobierna en la Franja de Gaza, aseguró que el bombardeo en Beit Lahia pone en relieve que el enclave afronta una guerra “genocida”.
“Las masacres, el genocidio y la hambruna en curso, que buscan desplazar a nuestra gente y borrar nuestra causa nacional, no tendrán éxito en sus objetivos ni en romper la voluntad de nuestro pueblo”, recogió el comunicado del grupo.
Hamás también llamó a la comunidad internacional y la ONU, así como a los Estados árabes y gobiernos islámicos, a “detener el estado de desamparo y silencio hacia estos crímenes”, así como a tomar acción para que Israel detenga su ofensiva y, especialmente en estos momentos, levante el asedio contra el norte de Gaza.
Desde principios de octubre el Ejército israelí asedia el norte de la Franja, afectando esto a las localidades de Yabalia y su campo de refugiados, Beit Lahia, y la ya desierta Beit Hanoun. Las autoridades gazatíes estiman en más de 2.000 los fallecidos desde que comenzó el asedio.
Este domingo, cazas israelíes bombardearon varios edificios residenciales en Beit Lahia, en los que murieron al menos 72 personas, según información de la Oficina de Medios de Hamás.
La ofensiva israelí contra Gaza desde octubre de 2023 ha causado más de 43.800 muertes documentadas —cerca del 70 % mujeres y niños— y más de 103.600 heridos, aunque se trata de cifras conservadoras, ya que miles de víctimas permanecen bajo toneladas de escombros.
Los ataques de Israel continúan a pesar de los llamamientos del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a un alto el fuego inmediato, y de las directrices de la Corte Internacional de Justicia en enero para tomar medidas cautelares que prevengan un posible genocidio.