Celina y Joseph están casados desde hace 17 años, cuando se conocieron en una fiesta de Halloween.
Hace una década decidieron formalizar su relación y se casaron, comenzando una familia que hoy está formada por tres hijos. Sin embargo, su historia de amor dio un giro inesperado cuando descubrieron que eran primos lejanos.
Según relata el programa ‘Love Don’t Judge’, citado por el medio británico The Sun, la historia comenzó cuando Joseph decidió investigar más sobre su ascendencia.
Para satisfacer su curiosidad, se sometió a una prueba de ADN. Sorprendida por la iniciativa de su esposo, Celina también quiso participar y se realizó el mismo estudio, sin imaginar lo que ambos descubrirían.
Días después, los resultados del análisis genético llegaron y revelaron algo inesperado: Celina y Joseph eran primos, posiblemente de tercer o quinto grado. Este hallazgo sorprendió profundamente a Celina, quien confesó haberse sentido mal físicamente al enterarse.
“No se supone que estés con tu primo, pero sucedió así”, comentó, expresando su incredulidad y desconcierto.
Ante la sorpresa inicial, Celina llegó a pensar en el divorcio como una posible solución.
“Pensé que debíamos divorciarnos, pero luego empecé a pensar en nuestros hijos y en lo que sería mejor para ellos”, explicó. Sin embargo, para Joseph, poner fin a su matrimonio nunca fue una opción.
Recordó el compromiso que hizo en la iglesia al casarse, prometiendo estar junto a su esposa “hasta que la muerte nos separe”.
La pareja decidió contarles la verdad a sus hijos, quienes inicialmente se mostraron confundidos al descubrir que sus padres eran familia.
No obstante, con el tiempo han ido asimilando la situación, y la familia continúa unida.
Para Celina y Joseph, el descubrimiento no ha cambiado el amor que sienten el uno por el otro, ni su compromiso con su vida juntos.
Crédito: El Imparcial