
Los diputados británicos se plantean debatir en el Parlamento la conducta del príncipe Andrés, hermano del rey Carlos III, así como la mansión de 30 habitaciones en la que vive y la posibilidad de retirarle su ducado, revela hoy el ‘Sunday Times’.
Los parlamentarios están dispuestos a desafiar la convención que impide a los políticos criticar a la familia real británica, pero ahora consideran necesario por el escándalo en torno al príncipe Andrés por su vínculo con el pederasta convicto estadounidense Jeffrey Epstein.
El príncipe, que ha renunciado a utilizar el título de duque a pesar de que aún lo posee, es centro de una continua polémica por el uso de Royal Lodge, una mansión ubicada en Windsor, a las afueras de Londres, donde vive desde hace más de veinte años y que fue utilizada en su día por la reina madre, Isabel, pero sobre la que apenas ha pagado renta.
Hasta el momento, el Gobierno se ha negado a conceder tiempo en la Cámara de los Comunes (baja) para que los parlamentarios debatan la situación del hermano del monarca.
Sin embargo, el ‘Sunday Times’ informa hoy de que el Partido Liberal Demócrata tiene intención de utilizar uno de los días que le corresponden para un debate -cuando el Gobierno no controla la agenda parlamentaria- para que los diputados consideren retirar a Andrés el ducado de York, un título que le concedió su madre, la reina Isabel II, cuando se casó en 1986 con Sarah Ferguson en la Abadía de Westminster.
Si bien este tipo de debates raramente son vinculantes, permitirá a los Comunes “expresar su voluntad” sobre el caso a fin de presionar al Gobierno y al rey Carlos III a tomar medidas contra Andrés, de 65 años.
Según los medios británicos, el príncipe está considerando abandonar voluntariamente su residencia de Royal Lodge y al parecer está en conversaciones con representantes de su hermano el rey.
Andrés parece reacio a renunciar a su residencia de más de 20 años, ya que los puntos de fricción, según la prensa, radican en cuál sería su nueva residencia y la compensación económica que recibiría por los fondos gastados en Royal Lodge cuando accedió a ella.
El príncipe intentó poner fin a años de controversia, tras las acusaciones de abuso sexual contra Virginia Giuffre cuando ésta era menor de edad, al comunicar hace una semana que dejaría de utilizar el ducado y otros honores que tenía, como la orden de la Jarretera.
Sin embargo, el príncipe, quien niega rotundamente las acusaciones, se vio inundado de críticas centradas en la propiedad en la que ha vivido, prácticamente sin pagar alquiler, desde 2003, una año después de que muriera su abuela, la reina madre.
“Necesitamos explorar todas las opciones, incluyendo un debate en el día de la oposición (una jornada reservada para un partido que no está en el poder), para garantizar que el Parlamento pueda evaluar esto adecuadamente, desde la residencia del príncipe Andrés en Royal Lodge hasta su ducado”, dijo al dominical una fuente liberal demócrata.
“Lo primero que necesitamos es transparencia y una rendición de cuentas adecuadas”, añadió.
La misma fuente indicó, no obstante, que se espera que el rey esté dispuesto a tomar medidas.
Aunque Andrés ha renunciado a usar su título de duque de York, solo una ley aprobada por el Parlamento puede eliminarlo formalmente.