Hasta ahora se pensaba que las primeras poblaciones que habitaron las Antillas eran grupos muy móviles que subsistían de la recolección, la caza y la pesca pero un equipo de investigadores ha descubierto que una población humana sedentaria se asentó en las islas del Caribe antes de lo pensado.
Los detalles del estudio, liderado por Yadira Chinique de Armas, del Departamento de Antropología de la Universidad de Winnipeg (Canadá), se han publicado este lunes en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Hallazgos recientes habían demostrado que algunas poblaciones caribeñas producían plantas domésticas, pero no se conocía bien el impacto de esta agricultura en la movilidad.
El nuevo estudio, basado en el análisis isotópico de 44 dientes humanos de individuos del yacimiento de Canímar Abajo (Cuba), ha sacado a la luz un mayor grado de sedentarismo en las Antillas.
Para hacer el estudio, los autores analizaron los valores isotópicos de estroncio, oxígeno y carbono del esmalte de cerca de medio centenar de dientes humanos pertenecientes a 26 individuos enterrados en un túmulo funerario de Canímar Abajo, donde se encuentran los restos humanos más antiguos conocidos de las islas del Caribe, datados entre 2232 y 1898 a.C.
Los análisis sugieren que los individuos de la zona más antigua del túmulo funerario, datada entre 2237 y 790 a.C., eran sedentarios y subsistían principalmente de los recursos locales obtenidos cerca de la costa, sobre todo maíz cultivado (Zea mays), batatas (Ipomoea batatas) y frijoles comunes (Phaseolus vulgaris).
Posteriormente, el análisis de un área funeraria más reciente, datada entre 403 y 1282 d.C., reveló la afluencia de individuos procedentes de lugares más distantes con tradiciones alimentarias y funerarias diversas.
Según los autores, estos resultados sugieren que al menos uno de los primeros grupos que se asentaron en las Antillas fue más sedentario de lo que se creía.