¿Qué es el gusano barrenador que mantiene a Sinaloa en alerta?
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El gusano barrenador, científicamente conocido como Cochliomyia hominivorax, es un parásito altamente destructivo que afecta a animales de sangre caliente, incluido el ganado, mascotas y, en casos raros, a los humanos.
Aunque México erradicó esta plaga en 1991, su reciente reintroducción en el país ha puesto a las autoridades y productores ganaderos en alerta máxima, particularmente en estados como Sinaloa, donde se implementan estrictas medidas preventivas.
El gusano barrenador, en su etapa larval, presenta un cuerpo alargado, segmentado y de color blanco o amarillo claro. Puede medir hasta 15 mm de largo en su fase madura. Está equipado con ganchos bucales oscuros y curvados que utiliza para desgarrar el tejido del hospedador. En su etapa adulta, como mosca Cochliomyia hominivorax, tiene un tamaño similar al de una mosca doméstica, con un cuerpo metálico de color verde azulado, franjas oscuras en el tórax y patas negras.
El ciclo de vida del gusano barrenador comienza cuando las moscas adultas depositan sus huevos en heridas abiertas, orificios naturales o áreas húmedas del cuerpo del hospedador. En menos de 24 horas, los huevos eclosionan y las larvas invaden el tejido vivo, alimentándose de este durante 4 a 8 días. Esta actividad causa heridas graves, infecciones y, si no se trata, puede llevar a la muerte del animal en un periodo de 7 a 14 días debido a infecciones secundarias y toxicidad sistémica.
En el caso de los animales de producción, como el ganado bovino, ovino o caprino, las infestaciones no solo generan sufrimiento a los animales, sino también pérdidas económicas significativas. Los animales infestados suelen perder peso, disminuir la producción de leche o carne y requerir tratamientos costosos. Además, el parásito representa un riesgo sanitario para la fauna silvestre y las mascotas.
Reintroducción del gusano barrenador en México
A pesar de los logros en la erradicación de esta plaga, en octubre de 2024 se confirmó su reintroducción en territorio mexicano. El primer caso se detectó en Chiapas, relacionado con un ternero proveniente de Guatemala, donde aún persiste esta plaga. Desde entonces, las autoridades sanitarias, lideradas por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), han desplegado medidas de control para evitar su propagación.
Entre estas medidas destaca la restricción de la movilidad de animales sin registro sanitario, la implementación de inspecciones obligatorias en puntos de verificación federal y el tratamiento preventivo con larvicidas en animales sospechosos de infestación.
Sinaloa en alerta
En Sinaloa, las autoridades han tomado medidas preventivas rigurosas para proteger al sector ganadero. Ismael Bello Esquivel, secretario de Agricultura y Ganadería del estado, destacó que se están realizando inspecciones físicas obligatorias en puntos estratégicos, como La Concha, en los límites con Nayarit. Estas revisiones buscan evitar que animales infestados ingresen al territorio estatal.
Además, se ha emitido una circular a los productores ganaderos locales para capacitarlos en la identificación de casos sospechosos y reforzar la vigilancia en las unidades de producción. También se realizan campañas informativas para educar a los productores sobre la importancia de mantener las heridas de los animales limpias y tratadas, ya que estas son el principal punto de entrada para el gusano barrenador.
El papel de la prevención y el control biológico
Uno de los métodos más efectivos en la lucha contra el gusano barrenador ha sido la técnica del insecto estéril. Este enfoque consiste en liberar machos estériles de Cochliomyia hominivorax en áreas infestadas, lo que reduce drásticamente la reproducción de la plaga. Este método, empleado con éxito en México en el pasado, sigue siendo una herramienta crucial para evitar un resurgimiento masivo del parásito.
Además, las medidas preventivas, como el uso de repelentes y larvicidas, inspecciones regulares y el tratamiento inmediato de heridas, son esenciales para evitar infestaciones. En regiones como Sinaloa, donde la ganadería es una actividad económica clave, estas estrategias son indispensables para proteger al sector productivo y la salud animal.
Un desafío constante
El gusano barrenador representa una amenaza latente para la sanidad animal en México. Aunque las autoridades han respondido rápidamente para contener su reintroducción, la cooperación entre gobiernos, productores y organismos internacionales es fundamental para mantener la plaga bajo control.
En Sinaloa, el compromiso de las autoridades y la aplicación rigurosa de medidas preventivas han demostrado ser una barrera efectiva contra este enemigo silencioso, aunque la vigilancia deberá continuar mientras persista el riesgo.
Crédito: Debate