Un criadero de cocodrilos confirmó este martes que ha tenido que sacrificar a 125 de estos reptiles ante el temor de que se escaparan después de que las inundaciones erosionaron un muro del recinto.
“Hay más de 700 cocodrilos en total en la granja. Decidimos sacrificar a 125 cocodrilos (adultos)”, explicó a EFE por teléfono Natthapak Khumkad, que sacrificó ayer los cocodrilos en su criadero en la provincia de Lamphun (norte).
“Las fuertes lluvias provocaron la erosión del muro, haciéndolo más vulnerable al derrumbe, lo que podría suponer un peligro para los vecinos”, agregó el tailandés.
Natthapak señaló que los cocodrilos restantes no han sido sacrificados porque son más jóvenes y pequeños, por lo que es más fácil trasladarlos a un recinto seguro.
En las últimas semanas, el norte de Tailandia ha sufrido graves inundaciones debido al temporal causado por el tifón Yagi, que llegó a Tailandia como depresión tropical tras causar estragos en Filipinas, China y Vietnam, donde ha dejado cientos de muertos.
Al menos 10 personas murieron en Tailandia debido a las inundaciones y los corrimientos de tierra por el temporal, que prosiguió hacia Birmania (Myanmar).
Tailandia cuenta con dos especies de cocodrilos, el siamés (“Crocodylus siamensis”) y el de agua salada (“C. porosus”), ambas declaradas en peligro de extinción en estado salvaje, aunque hay decenas de miles de ejemplares en granjas en todo el país.
Estas granjas usan a los animales para vender su carne y su piel, así como en espectáculos en los que domadores introducen sus cabezas en las fauces de los reptiles ante los turistas.