
De acuerdo con Excelsior, en un mundo donde las noticias suelen estar llenas de caos, hay historias que llegan como un respiro al corazón. Una de ellas ocurrió en Boca del Río, Veracruz, donde un pequeño llamado Salomón, de tan solo 11 años, decidió que nada ni nadie lo detendría en su sueño de estudiar, ni siquiera el hecho de no contar con un acta de nacimiento.
Sin compañía de un adulto, sin apoyo familiar, pero con una enorme determinación, Salomón acudió solo al Registro Civil para hacer un trámite que muchos damos por hecho: solicitar su acta de nacimiento. ¿La razón? Era un requisito indispensable para poder inscribirse a la escuela.
El niño quien siempre fue llamado “Salomón” por lo que se acostumbró al nombre, lo adoptó y quiso conservarlo, explicó a los trabajadores del Registro Civil que sus padres están separados, que vive en condiciones de bajos recursos y que, simplemente, nadie lo había registrado al nacer. “Lo olvidaron”, dijo con una mezcla de inocencia que de inmediato inquietó a quienes lo atendían.
Para complicar aún más el proceso, la partera que asistió su nacimiento había fallecido, lo que requería que al menos uno de sus padres testificara su identidad. Sin embargo, el personal del Registro Civil, conmovido por el gesto valiente del niño, no dudó en ayudarlo.
Martín García Páez, oficial del Registro Civil de Boca del Río, fue uno de los que se involucró directamente en el caso. “
Su intención era clara: quería estudiar. Sin acta, legalmente no existía. Y sin eso, no podía seguir adelante”, explicó.
Con paciencia y compromiso, lograron gestionar los documentos necesarios, y finalmente, Salomón obtuvo su acta de nacimiento, que de inmediato se convirtió en una puerta para mejorar su futuro.
“Estoy feliz… porque voy a ir a la escuela”, dijo Salomón contento.
La historia no tardó en hacerse viral y tocar corazones dentro y fuera de Veracruz. Organizaciones civiles, ciudadanos y autoridades han comenzado a reunir apoyo para el pequeño, ofreciéndole becas, útiles escolares, ropa y hasta asesoría legal para garantizar que su derecho a la educación.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), aproximadamente un millón de personas, de las cuales el 60% son niños, niñas y adolescentes, carecen de acta de nacimiento, lo que los convierte en personas invisibles ante la ley, sin acceso pleno a educación, salud ni protección jurídica.