Un grupo de 46 países se comprometió este viernes en Bogotá a construir un futuro sin violencia para la niñez, que afecta a más de la mitad de niños, niñas y adolescentes del mundo, afirmó el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo.
Estas naciones suscribieron el ‘Llamado a la acción de Bogotá’, presentado en la clausura de la primera Conferencia Ministerial Mundial para poner fin a la violencia contra la infancia, que está enfocado, según Murillo, “en la urgente necesidad de poner fin a la violencia”, que es “inaceptable”.
El documento también compromete a los firmantes al cumplimiento de todos los acuerdos internacionales relacionados con la protección de los jóvenes.
“Este compromiso es retador, pero nuestras sociedades tienen que responder a este reto, si no nos retamos no vamos a avanzar a proteger a la infancia como debe ser protegida”, expresó Murillo y agregó que “esta conferencia es un avance importante hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.
El ‘Llamado a la acción de Bogotá’ fue suscrito por Andorra, Austria, Bélgica, Brasil, Bulgaria, Canadá, Chile, Colombia, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Etiopía, Esuatini, Finlandia, Francia, Georgia, Alemania, Grecia, Guatemala, Irlanda, Italia, Jamaica, Japón, Kenia, Luxemburgo, México y Marruecos.
También lo acogieron Países Bajos, Nueva Zelanda, Macedonia del Norte, Noruega, Pakistán, Paraguay, Panamá, Perú, Filipinas, Polonia, Portugal, Rumania, Eslovaquia, España, Suecia, Turquía, Ucrania, Reino Unido y Uruguay.
La conferencia, en la que participaron más de 1.400 personas, también propició el “lanzamiento del primer movimiento global dedicado a la protección contra la violencia infantil”, que estará liderado por niños, niñas y adolescentes y era uno de los objetivos de este evento.
Igualmente fue anunciada, según Murillo, “una iniciativa colectiva también renovada de protección a la niñez y guiada por los estados” y la “creación de una plataforma para sobrevivientes de las violencias” para que allí puedan compartir sus experiencias.
Durante la clausura, el canciller Murillo recibió un certificado porque Colombia rompió el récord Guinness al acoger la cumbre para poner fin a la violencia contra la niñez con el mayor número de países presentes, pues participaron 119 naciones en total.
“Llegamos a la ceremonia de clausura, que por un lado nos llena de cierta nostalgia porque tendremos que salir a nuestros países, pero por otro lado vamos cargados de esperanza porque nos vamos con rutas de acción”, afirmó Murillo.
En la jornada final también intervino Melanie López, una niña guatemalteca que alzó su voz para manifestar que “cada golpe, cada grito, cada abuso es un ataque hacia la inocencia y pureza de nuestra sociedad, los niños son el futuro”.
“¿Qué tipo de sociedad estamos construyendo? Tenemos que crear una sociedad en la que los niños y niñas no tengan miedo de salir a cualquier lugar”, afirmó entre los aplausos de los asistentes.
Esta conferencia fue organizada por los Gobiernos de Colombia y Suecia; la Organización Mundial de la Salud (OMS); la Representante Especial sobre la Violencia contra los Niños, y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y fue la primera vez que se reunieron tantos países para hablar de este tema.
“Estamos en un momento clave de cambio para destacar que se debe acabar la violencia contra los niños y sí es posible cambiar la calidad de vida, educación y servicios sociales disponibles para los niños”, concluyó la ministra de Servicios Sociales de Suecia, Camilla Waltersson.