
Hoteleros y empresarios de Guerrero advirtieron que la alerta de viaje emitida por Estados Unidos —que mantiene al sureño estado mexicano en nivel 4 de “No viajar” y eleva los riesgos a terrorismo, crimen y secuestro— puede frenar la recuperación del turismo y la economía de miles de familias que dependen de esta industria.
El aviso, actualizado el 12 de agosto, puso a México en nivel 2 a escala país, pero con restricciones diferenciadas por estado, y prohíbe a los empleados del Gobierno estadounidense cualquier viaje a Guerrero, incluidas zonas turísticas como Acapulco, Ixtapa-Zihuatanejo y Taxco.
A la par del nivel 2 general para México, el Departamento de Estado de EE.UU. clasifica a seis entidades en nivel 4 (“No viajar”), entre ellas Guerrero, y a otras ocho en nivel 3 (“Reconsiderar viaje”), mientras que Campeche y Yucatán se mantienen en nivel 1 (“Precaución normal”).
La actualización añadió el indicador de “terrorismo” entre los riesgos en todo el país, en medio del señalamiento de EE.UU. a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas.
Para Guerrero, en el sur de México, el documento es tajante y pide a los empleados y ciudadanos estadounidenses que eviten desplazarse a cualquier área del estado, ni siquiera a destinos turísticos.
El sector terciario en el balneario de Acapulco, uno de los principales destinos turísticos del país, sostiene que el golpe podría sentirse en las próximas semanas en reservaciones internacionales y derrama local.
Aunque el estado reportó picos recientes de ocupación durante fines de semana de verano —con registros cercanos a 80 % en destinos como Acapulco e Ixtapa-Zihuatanejo—, los hoteleros temen que el aviso desvíe a viajeros de EE.UU., el principal mercado emisor, hacia destinos con menores advertencias.
En tanto, las autoridades y los empresarios del sur de México estarán vigilantes de la próxima temporada de cruceros, a partir de octubre próximo, a fin de garantizar su sostén a la actividad económica del estado de Guerrero.
En entrevista con EFE, el empresario restaurantero Jesús Zamora Cervantes afirmó que esta actualización “nos va a afectar en la economía y en el flujo de turistas internacionales”.
También pidió acotar la información y no dar generalidades, pues acusó al Gobierno de Estados Unidos de no indagar en profundidad las zonas donde hay un problema de violencia e inseguridad.
Defendió que, en el caso de Acapulco, en la zona costera, no se ha tenido un solo ataque contra algún turista extranjero, estadounidense, incluso nacional, tanto en temporadas de vacaciones, como fines de semana, por lo que consideró excesiva esta alerta, ya que los hechos de violencia son aislados.
Zamora consideró, además, que la respuesta local debe enfocarse en mensajes verificables, a fin de “seguir promoviendo las cosas buenas y divulgar la información correcta, en cuestión de seguridad turística, de limpieza de playas, de mejoramiento de infraestructura (…) divulgar ese tema de que no hay violencia turística en Acapulco”.
Por su parte, Alejandro Martínez Sidney, presidente de la Canaco-Servytur Acapulco, señaló que el aviso “no es algo nuevo”, sino “un refrito de información”, y aseguró que “hoy vemos una estrecha coordinación para garantizarle a los turistas y a los ciudadanos de Guerrero el libre tránsito por todas las avenidas, calles, autopistas y carreteras del estado”.
”Esto nos lleva a descalificar esta información, ya que carece de fundamentos”, agregó, al tiempo que insistió en que “Guerrero tiene las condiciones propicias para trasladarse” a cualquier parte del estado “y principalmente los destinos como Troncones, La Unión, Zihuatanejo, Acapulco, Copala, Taxco, municipios de gran vocación turística”.
“Garantizarles a los turistas, a los ciudadanos estadounidenses que tienen toda la confianza de que va a haber seguridad en las carreteras, para los traslados y en los municipios más importantes”, afirmó.
El desafío para Acapulco será convertir la promoción en certidumbre, además de robustecer la conectividad con ciudades emisoras de EE.UU. y sostener la agenda de cruceros, mientras impulsan las reservas para la temporada otoño-invierno.