En un giro dramático del caso, se han revelado los detalles del operativo que resultó en la captura de Ismael “El Mayo” Zambada, el influyente líder de 76 años del Cartel de Sinaloa. La operación tuvo lugar en Culiacán, capital del estado de Sinaloa, donde el veterano capo fue atraído bajo el pretexto de una reunión con Joaquín Guzmán López, hijo de El Chapo, y un prominente político sinaloense.
El Mayo había llegado a Culiacán desde un escondite en las montañas de Durango aproximadamente una semana antes, para recibir tratamiento médico por un cáncer. Sin embargo, Guzmán López, su ahijado, tenía planes de traicionarlo para hacer un trato con Estados Unidos. Al entrar a una casa en la comunidad residencial Huertos del Pedregal, los hombres armados de Guzmán López emboscaron a El Mayo y superaron a sus cuatro guardaespaldas, quienes siguen desaparecidos. Otro guardaespaldas y un asistente personal lograron escapar.
El Mayo fue atado y trasladado unos 35 km en un coche hasta el rancho de Lazareto, donde fue obligado a abordar un avión que lo llevó al norte. No está claro si hubo una parada en otro aeropuerto en Sonora para cambiar de avión. Finalmente, El Mayo, Guzmán López y un piloto volaron a Estados Unidos y aterrizaron en el aeropuerto privado de Santa Teresa, cerca de El Paso, alrededor de las 4 pm del jueves 25 de julio. Allí, agentes federales estadounidenses los detuvieron.
Estos detalles provienen de un exmiembro del equipo de seguridad de El Mayo, actualmente encarcelado, quien habló con CrashOut del periodista Ioan Grillo bajo condición de anonimato. La captura ha generado tensiones entre los operativos del cartel en el noroeste de México, quienes se preparan para una posible ola de violencia.
Aunque hay que tomar esta información, proveniente de un informante con precaución, la versión ofrecida parece más plausible que la narrativa proporcionada por agentes federales estadounidenses, que afirmaron que El Mayo fue engañado para inspeccionar una pista de aterrizaje clandestina y llevado sin saberlo a Estados Unidos. Esta versión parece improbable dado que El Mayo no inspeccionaría tal sitio sin su propia seguridad.
El testimonio también coincide con la declaración del abogado de El Mayo, Frank Perez, quien comentó al Los Angeles Times que El Mayo “fue emboscado, arrojado al suelo y esposado por seis hombres con uniformes militares y Joaquín. Le ataron las piernas, le pusieron una bolsa negra en la cabeza y lo llevaron a una pista de aterrizaje, donde fue obligado a subir a un avión y llevado a Estados Unidos contra su voluntad”.
El informante también hizo una acusación explosiva sobre Estados Unidos: afirmó que agentes estadounidenses estaban presentes en la casa en Culiacán cuando El Mayo fue secuestrado, refiriéndose a ellos como “nuestros vecinos”, un término del cartel para los narcos estadounidenses. No especificó de qué agencia eran.
Aunque la DEA lidera la lucha contra los narcos, fuentes estadounidenses sugieren que la operación fue encabezada por el FBI y Seguridad Nacional. Las tres agencias emitieron comunicados celebrando el arresto como un golpe significativo contra el tráfico de fentanilo, una droga sintética que mata a unos 70,000 estadounidenses al año y que el Cartel de Sinaloa trafica prolíficamente. Los detalles de la captura han provocado diversas reacciones.
El gobierno mexicano ha confirmado que no estuvo involucrado en la detención y el presidente Andrés Manuel López Obrador exigió una explicación a Estados Unidos. En respuesta, funcionarios estadounidenses afirmaron que no fueron informados del complot para capturar a El Mayo. “El vuelo no fue planeado por ninguna agencia del gobierno de Estados Unidos”, dijo la secretaria de seguridad de México, Rosa Icela Rodríguez, el lunes. La funcionaria federal mencionó que, aunque el pasado viernes 26 se ofreció un breve resumen del caso, en esta ocasión se profundizó más en los eventos, desde la notificación inicial por parte de las autoridades estadounidenses hasta la confirmación oficial del arresto por el fiscal general Merrick Garland. Sobre si los narcotraficantes se entregaron voluntariamente o fueron detenidos, Rodríguez aclaró que esto sigue siendo parte de la investigación y detalló la versión oficial estadounidense. Rodríguez explicó que Joaquín Guzmán López había considerado entregarse a las autoridades de Estados Unidos, aunque nunca concretó dicha intención.
Fue informado a las 2:35 de la tarde del jueves que el capo ya estaba volando hacia territorio estadounidense para rendirse. Las autoridades estadounidenses no fueron notificadas previamente sobre este vuelo y no tuvieron confirmación independiente de que Guzmán López estaba a bordo. A las 2:40 pm, una vez que el avión estaba en el aire, se informó que Ismael Zambada García también podría estar en la aeronave, aunque no se tenía confirmación independiente de su presencia.
El avión aterrizó a las 4:24 pm en el aeropuerto de Santa Teresa, Nuevo México, y se confirmó que el vuelo no fue planeado por ninguna agencia estadounidense. Al rodear el avión, las autoridades confirmaron la identidad de los dos pasajeros y procedieron a su detención. Rodríguez Velázquez indicó que, tras confirmar la identidad de los detenidos, se notificó al Gabinete de Seguridad del Gobierno de México y se enviaron datos y fotos.
La información completa no estuvo disponible hasta el sábado 27, después de que Estados Unidos proporcionara un reporte oficial solicitado por la FGR. Es difícil creer que los agentes estadounidenses no sabían nada y simplemente recibieron a un capo tan importante como un regalo. Sin embargo, es comprensible que intenten ocultar su participación, ya que un secuestro armado de El Mayo podría implicar que los agentes estadounidenses subcontrataron el arresto a los Chapitos.
Crédito: Quinto Poder