Sor Geneviève rompió el protocolo para despedirse de su amigo

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En redes sociales se hizo viral el momento en que una monja se robó las miradas de miles de personas cuando decide romper el protocolo para despedirse del Papa Francisco.

En una conmovedora escena se puede observar a la monja de 81 años que sin importarle todos los presentes evadió los estrictos controles de seguridad para poder estar lo más cerca de quien en vida fue su gran amigo.

Nadie la detuvo ni la cuestionó, los guardias simplemente la dejaron pasar para vivir su duelo.

Se conocieron en 2005 cuando Francisco era el arzobispo de Buenos Aires y más adelante se reencontraron en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, en donde su amistad fue germinando al compartir el compromiso de abogar por los más olvidados.

Sor Geneviève vive en una caravana de circo en Roma y es una fiel activista espiritual de las personas trans, homosexuales, migrantes, feriantes y trabajadores sexuales, todos los miércoles acercaba a dichos grupos marginados a las audiencias papales y durante la pandemia logró conseguirles ayuda del vaticano, incluso consiguió que el Papa Francisco visitara el parque de atracciones de Ostia para encontrarse con los feriantes, convivir y tomarse fotos.

La imagen que dio la vuelta al mundo nos demuestra que la amistad no tiene límites, Sor Geneviève no fue a despedirse del Papa Francisco, fue a decirle adiós a su gran amigo, a Jorge Mario Bergoglio, quien de cariño le apodaba “La niña terrible” por su fe sin límites y su desobediencia santa.

Con una pequeña mochila verde al hombro y una expresión totalmente afligida Sor Geneviève Jeanningros pasó varios minutos llorando, rezando y contemplando el féretro del Papa Francisco, la imagen quedará grabada en la memoria y los corazones de miles de personas.

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