Tailandia se prepara para elecciones anticipadas

Tailandia Se Prepara Para Elecciones Anticipadas Con El Conflicto Con Camboya De Fondo

Tailandia se prepara para la celebración de elecciones en menos de dos meses tras el respaldo real este viernes a la disolución de su Parlamento, en pleno rebrote del conflicto fronterizo con Camboya y a la espera de una llamada hoy con el estadounidense Donald Trump, quien se ha ofrecido a mediar.

El rey Vajiralongkorn de Tailandia dio su respaldo a la petición presentada la víspera por el primer ministro del país, Anutin Charnvirakul, que gobierna en minoría, de disolver el Parlamento con vistas a convocar elecciones, que deberán celebrarse en un plazo de entre 45 y 60 días.

Así, la Gaceta Real tailandesa publicó este viernes un anuncio en el que se acepta la petición de Anutin, líder del partido conservador Bhumjaithai, “para permitir la elección de nuevos miembros de la Cámara de Representantes en una elección general”.

Las últimas tuvieron lugar en mayo de 2023. Desde entonces, Tailandia ha tenido cinco primeros ministros (incluidos dos de forma interina durante días), con el actual en el poder solo desde septiembre, cuando sustituyó a Paetongtarn Shinawatra -hija del exdirigente Thaksin-, apartada por supuestas críticas al Ejército tras otro episodio grave de conflicto con Camboya en julio.

Los comicios actuales tienen lugar en medio del pulso habitual entre las fuerzas más conservadoras y las reformistas de la escena política tailandesa, muy influida aún por el Ejército y la monarquía, tres años después de que el partido que entonces ganó los comicios, el reformista Avanzar, no pudiera gobernar por el veto del Senado, favorable a los poderes tradicionales.

La formación heredera de Avanzar (disuelta por el Constitucional), el Partido del Pueblo (PP), avaló el Gobierno actual de Anutin con la condición de que celebrase elecciones anticipadas, con estas previstas si no para 2027.

Conflicto con Camboya

En su petición de disolver el Parlamento, Anutin asumió que encabeza “un Gobierno minoritario compuesto por varios partidos políticos” y que, desde su llegada al poder, el país “ha enfrentado numerosos desafíos, debido a la incertidumbre en los ámbitos económico, social, político, de relaciones internacionales y geopolítico”, entre ellos “disturbios en la frontera” e “impactos de la guerra comercial”.

Desde el pasado domingo, los Ejércitos de Tailandia y Camboya se enfrentan en varios puntos de sus alrededor de 820 kilómetros de frontera, una disputa territorial que incluye reclamos de soberanía de varios templos hinduistas y que arrastran desde que esta fue cartografiada por Francia en 1907, cuando Camboya formaba parte de la Indochina francesa.

Sin un origen claro del detonante de este último episodio -que ambas partes se acusan de comenzar-, las fuerzas armadas mantienen el pulso y dejan de momento cerca de una treintena de fallecidos y cientos de miles de desplazados a ambos lados de la divisoria.

También libran una guerra de cifras: Tailandia, cuyo Ejército es notablemente superior al camboyano, dice que no menos de 165 soldados camboyanos han muerto en los enfrentamientos, lo que Nom Pen niega.

“Noticia falsa (…). Los soldados tailandeses deben dejar de reírse de Camboya”, dijo el portavoz del Ministerio de Defensa camboyano Chhum Socheat al ser consultado por EFE sobre las cifras difundidas por el Ejército tailandés en una rueda de prensa hoy.

Tanto Tailandia como Camboya atraviesan momentos delicados -Bangkok con un crecimiento esperado del 2 % este año, por debajo de países vecinos, y Nom Pen enfrentando críticas por su aparente connivencia con la existencia de centros de estafas digitales en su territorio-, y el conflicto ha servido de pretexto para invocar el patriotismo y defender la necesidad de Gobiernos tradicionales.

Así, Anutin ha cerrado filas con el Ejército, en supuesto contraste con su predecesora, del partido Pheu Thai (con históricas tensiones con el cuerpo castrense), y el dirigente camboyano, Hun Manet, es hijo del exmilitar Hun Sen, quien eliminó a la oposición prodemocrática.

En este contexto, se espera ver si Trump, quien se ha ofrecido a mediar entre ambos países -como ya hizo en julio, cuando varios días de enfrentamientos fronterizos dejaron medio centenar de muertos-, podrá persuadir otra vez a ambas partes a un alto el fuego y si lo hará utilizando de nuevo la amenaza arancelaria.

Según anunció el primer ministro de Tailandia, ambos líderes mantendrán una conversación telefónica este viernes a las 21:20 hora de Bangkok (9:20 de Washington).

El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, allanó el terreno en una conversación con su par de Tailandia, Sihasak Phuangketkeow, según informó hoy la cartera de Exteriores tailandesa.

Durante la conversación, el canciller tailandés aseguró que Bangkok está “comprometido con la paz y las soluciones pacíficas”.

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