Un hombre mayor, de barba blanca muy larga, vestido con un taparrabos y con la espalda encorvada, es ayudado por dos sujetos. Primero se lo identificó con un nombre: Viken Kushwah. Se dijo que tenía 188 años y que vivía en una cueva en Bangalore, India.
“Tengo 188 años y la muerte se ha olvidado de mí”, aseguró este hombre. El video se hizo viral, y como suele suceder con los contenidos virales, las cosas no siempre son como parecen.
Después, según versiones de medios de comunicación, se aseguró que tenía menos años. La historia, y también el nombre, cambiaron. Hoy se sabe que se llama Siyaram Baba, un hombre conocido y respetado como un santo. Claro, hay cosas que no variaron, como su pronunciada delgadez.
Una celebridad
¿Afirmar que tenía 188 años fue una broma? En todo caso, Siyaram Baba no es el hombre abandonado en una cueva que aparentaba ser, sino una persona conocida y a quien acuden en busca de consejos. Está residenciado en Madhya Pradesh y tiene redes sociales. En su cuenta en Instagram se lo puede observar en sus actividades cotidianas.
The Economic Times lo describió como un santo que tiene alrededor de 110 años, edad nada despreciable si se toma en cuenta que el promedio de edad de la población en India es de 28 a 30 años.
“Se dice que realizó penitencia estando de pie sobre una pierna durante 10 años. Incluso a la edad de 109 años, Baba lee el Ramayana sin gafas y hace todo su trabajo por sí mismo. Baba habla muy poco, sin embargo, los devotos todavía acuden en masa para buscar sus bendiciones”, registra el Times.
Sobre Siyaram Baba se han tejido varias conjeturas. Versiones de medios sostienen que hizo un ayuno de silencio durante más de 10 años. También se asegura que hizo penitencia en el Himalaya. En su cuenta en Instagram se lo observa caminando y leyendo sin lentes. Supuestamente vive de las donaciones que le hacen sus seguidores.
Los hombres considerados como santos en India llevan una vida de austeridad y penitencia. La meditación les permite alcanzar estados mentales que en otras condiciones podrían resultar imposibles.
Crédito: Quinto Poder