Terraplanista admite su error tras viajar a la Antártida en un “experimento final”

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El terraplanista y YouTuber Jeran Campanella, conocido por su ferviente defensa de la teoría conspirativa de la Tierra plana, ha dado un giro inesperado tras realizar un costoso viaje a la Antártida. El experimento, que le llevó 14.484 kilómetros desde su hogar en Salinas, California, tenía como objetivo comprobar el fenómeno del sol de 24 horas en el continente helado, algo que, de acuerdo con los modelos de la Tierra plana, sería imposible.

La expedición, bautizada como “El Experimento Final” y organizada por Will Duffy, un pastor de Colorado, buscaba refutar de una vez por todas las afirmaciones científicas sobre la forma esférica de la Tierra. Sin embargo, el resultado no fue el esperado por el grupo de terraplanistas.

Durante el viaje, Campanella y su equipo pudieron observar el fenómeno del sol de medianoche, donde el astro permanece visible incluso a medianoche, girando continuamente sobre el horizonte. En una transmisión en vivo desde la Antártida, Campanella mostró imágenes del paisaje y reconoció que su experiencia había desafiado sus creencias:

“Me doy cuenta de que me llamarán cómplice por decir esto, pero, ¿sabes qué? Si eres un cómplice por ser honesto, que así sea. Sinceramente creía que no existía el sol las 24 horas… Ahora creo que sí lo existe”, expresó.

A pesar de aceptar que el modelo azimutal equidistante (utilizado por los terraplanistas) no explica el fenómeno observado, Campanella se mostró reticente a aceptar completamente el modelo esférico de la Tierra. “No diré que la Tierra es una esfera perfecta, pero el sol hace exactamente lo que dijeron estos muchachos: gira alrededor del continente sur”, concluyó.

Una teoría desacreditada

El terraplanismo ha sido refutado científicamente desde la antigüedad. Los filósofos griegos demostraron hace más de 2.000 años que la Tierra es un globo, y las pruebas modernas han continuado confirmando este hecho. A pesar de ello, grupos de teóricos de la conspiración como Campanella han mantenido viva la idea de una Tierra plana.

Este viaje, que costó aproximadamente 37.500 dólares, no solo pone en evidencia las limitaciones del terraplanismo, sino que también subraya cómo la observación directa puede desafiar creencias profundamente arraigadas.

Aunque Campanella ha dado un paso hacia el reconocimiento de la evidencia científica, su reticencia a aceptar completamente el modelo esférico demuestra que los cambios de perspectiva no siempre son inmediatos, incluso frente a pruebas irrefutables.

Crédito: Debate

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