Tragedia griega: Mujer mató a sus 3 hijas envenenándolas con ketamina; condenada a cadena perpetua
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Roula Pispirigou, una mujer de 35 años, ha sido condenada a cadena perpetua por el tribunal penal de Atenas por el asesinato de su hija mayor, un caso que ha conmocionado al país heleno.
Pispirigou, en prisión preventiva desde hace dos años, fue condenada por homicidio premeditado e intento de homicidio premeditado de su hija de 9 años, Georgina. Además, enfrenta procesos judiciales separados por los asesinatos de sus otras dos hijas, Malena, de 3 años y medio, en 2019, e Iris, de 6 meses, en 2021.
El 29 de enero de 2022, Pispirigou envenenó a su hija Georgina con ketamina. En ese momento, Georgina estaba hospitalizada debido a convulsiones que la habían dejado tetrapléjica en abril de 2021.
La justicia consideró que la madre ya había intentado matar a su hija en esa ocasión, informa Excelsior.
Muertes sospechosas
Malena fue declarada muerta de insuficiencia hepática y Iris de paro cardíaco, pero nuevos análisis tras la muerte de Georgina revelaron que murieron por asfixia, arrojando sospechas sobre la madre.
La “Medea de los tiempos modernos”
Apodada por los medios griegos como “la Medea de los tiempos modernos”, Pispirigou, enfermera de formación y originaria de Patras, enfrentó el juicio proclamando su inocencia.
El presunto triple infanticidio, en un país donde este crimen es poco común, generó indignación y un gran despliegue mediático, llevando al gobierno griego a llamar a la calma ante los llamamientos a la violencia contra Pispirigou.
¿Quién es Medea en la Mitología Griega?
Medea, una figura trágica y compleja en la mitología griega, se enamoró profundamente de Jasón, el aventurero que buscaba el Vellocino de Oro en Colchis. Usó su magia para ayudarlo, incluso traicionando a su propia familia.
Después de huir y casarse con Jasón, él la abandonó por la hija del rey de Corinto. Herida y furiosa, Medea planeó una cruel venganza.
Regaló un vestido envenenado a la princesa de Corinto, causando la muerte del rey y la destrucción del palacio. Pero su sed de venganza no terminó ahí. Para herir profundamente a Jasón, mató a sus propios hijos, creyendo que así le causaría un dolor inmenso.
Este acto atroz la convirtió en una madre asesina, dividida entre el amor maternal y el deseo de venganza.
Crédito: El Imparcial