Turista rompe La silla de ‘Van Gogh tapizada de Swarovski
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De acuerdo con Debate: un incidente reciente en el Palacio Maffei de Verona, Italia, ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de las obras de arte ante comportamientos irresponsables. Una pareja de turistas causó daños a una valiosa escultura mientras intentaban tomarse fotografías, generando un debate sobre la protección del patrimonio cultural en espacios museísticos.
La obra afectada, titulada “La silla de ‘Van Gogh'”, es una creación del artista italiano Nicola Bolla. Esta pieza, conocida por su delicadeza, está recubierta con cientos de cristales Swarovski, lo que la convierte en una estructura frágil y susceptible a daños. Bolla, nacido en Piamonte en 1963, es un reconocido escultor conceptual cuyo trabajo a menudo explora la intersección entre el arte y la percepción.
Según la información proporcionada por el propio museo, la pareja esperó deliberadamente la ausencia del personal de seguridad de la sala. Las imágenes difundidas por el museo muestran cómo la mujer se sienta primero en la obra para una fotografía, un acto que fue replicado por el hombre. Fue durante el turno de este último cuando la estructura de la escultura cedió, provocando su quiebre y el consiguiente daño a la obra de arte.
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"Turista rompe silla de Van Gogh"
Un turista rompió la invaluable silla de cristal de Van Gogh, famosa por estar decorada con miles de cristales Swarovski. El incidente ha causado indignación en redes sociales y preocupación entre expertos en arte y… pic.twitter.com/FSlOLcjZYw
El Palacio Maffei ha utilizado este suceso no solo para informar sobre el incidente, sino también para impulsar una reflexión más profunda. En sus comunicaciones, el museo enfatiza la importancia de que el arte sea “admirado, vivido, pero sobre todo respetado”, subrayando la necesidad de concienciar al público sobre la fragilidad y el valor de las colecciones artísticas.
Vanessa Carlon, directora del Palacio Maffei, ha calificado el incidente como “la pesadilla de todo museo”. El suceso en Verona se suma a una serie de incidentes similares ocurridos en diversas instituciones culturales a nivel global, lo que ha llevado a museos y galerías a revisar sus protocolos de seguridad y a intensificar las campañas de sensibilización.