
El diputado Guilherme Boulos aprovechó el discurso con el que asumió este miércoles como nuevo ministro de la Secretaría General de la Presidencia de Brasil para pedir un minuto de silencio por los al menos 121 muertos en una operación policial del martes en un conjunto de favelas en Río de Janeiro.
“Antes de hablarles sobre lo que pretendo hacer en la Secretaría General quería pedirle a todos un minuto de silencio por todas las víctimas de esa operación en Río de Janeiro: policías, habitantes… todos ellos”, afirmó Boulos, el principal líder del izquierdista Partido Socialismo y Libertad (PSOL).
Pese a que las autoridades de Río de Janeiro afirmaron que en la operación murieron cuatro policías y 117 miembros del Comando Vermelho, la mayor y más antigua organización criminal de esta ciudad, Boulos se abstuvo se incluir a los narcotraficantes entre las víctimas.
El nuevo ministro, un antiguo líder del Movimiento de los Sin Techo, fue escogido como ministro por Lula para hacer una intermediación entre el Gobierno y los movimiento sociales a solo un año de las elecciones presidenciales de 2026.
Boulos, un crítico de las operaciones policiales en las favelas, afirmó que la lucha contra el crimen organizado debe dar prioridad a las acciones para eliminar el poder financiero de las mafias y reducirles sus recursos.
“Lula es un presidente que sabe que la cabeza del crimen organizado en este país no está en una casa en una favela. Muchas veces está entre los que lavan dinero en la Faria Lima (la calle de la ciudad de Sao Paulo que concentra varias entidades financieras)”, aseguró.
Boulos fue el único que se refirió a la operación policial en la ceremonia que reunió a varios ministros en el Palacio presidencial de Planalto y en la que se esperaba que el propio Lula se refiriese al asunto.
Ello debido a que el gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, afirmó que la operación fue realizada exclusivamente por las fuerzas policiales regionales debido a que el Gobierno nacional se niega a colaborar en el combate al narcotráfico en esta ciudad.
El líder progresista, sin embargo, se abstuvo de pronunciarse en la ceremonia, algo que no es usual en este tipo de actos.
Aunque el gobierno regional de Río de Janeiro solo ha confirmado 121 muertos, la Defensoría Pública, una institución pública que recopiló los datos en los institutos forenses y en el lugar de los hechos, asegura que fueron 132 víctimas.
La operación se desarrolló el martes en los conjuntos de favelas de Penha y Alemão, una zona empobrecida en la que viven 200.000 personas, y los enfrentamientos se extendieron a una zona boscosa en los cerros que bordean estas barriadas.
Esos bosques amanecieron este miércoles plagados de cadáveres tiroteados.
Durante la operación fueron arrestados 113 sospechosos y se puso bajo custodia policial a diez adolescentes, se decomisaron 119 armas, 14 artefactos explosivos y toneladas de droga.