El triple campeón del mundo neerlandés Max Verstappen (Red Bull) dio un golpe de autoridad en su adán por ganar un cuarto título seguido y reforzó su liderato en el Mundial de Fórmula Uno al ganar de forma brillante el lluvioso y alocado Gran Premio de Sao Paulo (Brasil), el vigésimo primero del certamen, que se disputó este domingo en el circuito de Interlagos.
Verstappen, de 27 años, decimoséptimo en la salida -fue duodécimo en la calificación y recibió una sanción de cinco puestos en parrilla-, protagonizó la remontada del día para firmar otra sensacional exhibición. Canjeable por su sexagésima segunda victoria en la categoría reina, la octava del curso, al ganar la carrera -con vuelta rápida, incluida- por delante de los dos pilotos de Alpine, los franceses Esteban Ocon y Pierre Gasly, segundo y tercero, respectivamente. Que firmaron, de lejos, el mejor fin del semana del año: el propio y el de la escudería gala, que, de golpe, pasó del noveno al sexto puesto en el Mundial de constructores
El astro neerlandés, que no ganaba desde el Gran Premio de España, en Montmeló (Barcelona) y el pasado mes de junio, dio un paso importante hacia su cuarto título, a falta de tres pruebas para el cierre, el próximo 8 de diciembre en Abu Dabi. El ídolo deportivo de los Países Bajos lidera ahora el Mundial con 393 puntos, 62 más que el inglés Lando Norris (McLaren), que concluyó sexto después de haber salido desde la ‘pole’ y no sólo perdió una ocasión de oro para animar el certamen; si no que prácticamente ha tirado la toalla en la lucha por la corona.
Verstappen fue este domingo más ‘Mad Max’ que nunca. Después de haber ganado siete de las primeras diez carreras del año, no festejó ningún triunfo en las siguientes diez. Y con un fin de semana que arrancó con la sanción de cinco puestos en parrilla, en el que Norris le recortó tres puntos en el sprint del sábado y que se le acabó de complicar durante la mañana de este domingo, cuando, tras la cronometrada principal figuraba en la decimoséptima plaza -dieciséis por detrás de su principal rival-, demostró resiliencia y sabiduría.
Rebosó talento, desquició a su principal opositor -que cometió numerosos errores- y le dio un brutal golpe, en la clasificación general, pero sobre todo en el plano psicológico, al Mundial. Verstappen sigue siendo el rey.
Con una lección magistral de pilotaje en todo tipo de situaciones adversas, Max ganó una carrera que su compañero, el mexicano Sergio Pérez (Red Bull) concluyó undécimo, tres puestos por delante del doble campeón mundial asturiano Fernando Alonso (Aston Martin), decimocuarto en el circuito en el que festejó sus dos títulos (2005 y 2006). El otro español, Carlos Sainz (Ferrari), y el argentino Franco Colapinto (Williams) abandonaron a causa de sendos accidentes, sin lamentar daños personales.
Describir con detalle todo lo sucedido este domingo podría abarcar varios volúmenes de una enciclopedia, porque pasó prácticamente de todo y no dejaron de suceder cosas.
Norris, que el sábado le había recortado tres puntos a Verstappen, había dominado la mojada y muy accidentada calificación, en la que firmó su octava ‘pole’ en la categoría reina y en la que hubo hasta cinco banderas rojas. En una sesión que se recuperó a partir de las siete y media de la mañana, un horario totalmente inhabitual, después de que las fuertes lluvias caídas durante la tarde del sábado forzasen el aplazamiento.
El inglés afrontaba la carrera a 44 puntos de Verstappen, perjudicado por una de las interrupciones -la que provocó el accidente del canadiense Lance Stroll (Aston Martin) a 45 segundos del final de la Q2, que no se volvió a reanudar- y que quedó eliminado, con el duodécimo tiempo, en la segunda ronda. Al añadir los cinco puestos de sanción por cambiar de nuevo componentes de su unidad de potencia, ‘Mad Max’ iba a arrancar decimoséptimo, añadiendo emoción a una carrera cuya horario de salida -asimismo para encontrar una mejor ventana meteorológica, se adelantó una hora y media sobre el horario inicialmente previsto.
La mala suerte del líder la compartió ‘Checo’, eliminado asimismo en el segundo acto; en el que también cayó, accidentado -sin lamentar daños- Sainz; que iba a arrancar decimotercero, un puesto por detrás del mexicano, pero sustituyó la caja de cambios de su SF-24 y lo hizo finalmente desde el ‘pit lane’.
Alonso, magistral en mojado con un coche inferior, había marcado el segundo crono en la Q2, por detrás de Norris, pero arriesgó en la tercera ronda y se accidentó en la undécima de las quince curvas -también sin lesión alguna-, por lo que acabó noveno e iba a salir, inicialmente, desde la quinta fila y al lado de su compañero Stroll
El argentino Colapinto, asimismo accidentado -y también sin consecuencias físicas- en la Q1, arrancaba decimoctavo. Su compañero el tailandés Alex Albon, que a pesar de haber destrozado el Williams -por fortuna sin lamentar daños personales- en la primera curva de Interlagos, durante la Q3, hubiese salido sexto, no pudo hacerlo, finalmente. Por lo que una hora antes de la salida, Verstappen ya era decimoquinto en la formación; y Alonso tenía un rival menos por delante.
El inglés George Russell (Mercedes) -cuarto al final- salía segundo, al lado de su compatriota Norris, desde la primera fila, tras una alocada calificación matinal que se convirtió en la mejor del año para RB, que colocó al japonés Yuki Tsunoda en la tercera plaza y al neozelandés Liam Lawson en la quinta. El asiático acabaría séptimo, dos puestos por delante del oceánico.
Ocon era cuarto en parrilla y el Charles Leclerc (Ferrari), que acabó quinto, salió sexto. El otro McLaren, el del australiano Oscar Piastri -octavo este domingo-, salía entre el monegasco y Alonso. Todos, con el neumático intermedio.
Para añadirle más surrealismo a la jornada, se abortó la salida, ya que en la vuelta de formación perdió el control de su AMR24 Stroll, que quedó fuera de competición (con lo que Verstappen era decimocuarto antes de arrancar). Al mismo tiempo, mientras se aproximaban nuevos nubarrones a la pista paulista, se anunciaba una investigación a Norris por presunta infracción en el procedimiento de salida -que quedó en nada-; y en la nueva vuelta de formación comenzaba a llover.
Russell superó a Lando antes de la primera curva y Verstappen ganó cinco plazas a las primeras de cambio y ya era décimo, rodando en zona de puntos, antes de la segunda de las ahora 69 vueltas (dos menos de las previstas inicialmente).
‘Checo’ trompeó en el primer giro y pasó a la cola del grupo, rebasado por Sainz. Alonso mantenía el octavo; y Colapinto, tras ganar cuatro puestos, ya era duodécimo.
La estrella neerlandesa pasó a Gasly en la quinta vuelta y a Fernando en la sexta; y Piastri lo taponó todo lo que pudo hasta que cedió posición en la décima. Lawson, en el coche del equipo nodriza, tampoco opuso demasiada resistencia y en la 11 Verstappen ya era sexto, acechando a Leclerc, en un trenecito -por detrás de Tusnoda y Ocon- que ralentizaba las ansias del líder; . Y que circulaba a diez segundos del dúo cabecero en la 20.
Carlos, que llegó ir decimotercero, se dio un paseo y perdió dos puestos de golpe en favor de Hamilton y Colapinto; y Alonso era octavo en la 25, una después de que parara Leclerc, que repitió intermedio para cederle la quinta plaza a Verstappen poco antes de que la salida de pista del aleman Nico Hülkenberg (Haas) decretase un ‘virtual safety car’ que provocó un baile de paradas, entre ellas las de Russell y Norris.
Ocon tomaba el liderato y Verstappen rodaba segundo. Llovía cada vez más y en la 30 entró el coche de seguridad, cuando Gasly, junto a los anteriores el único que no había parado, rodaba tercero. Dos más adelante se accidentó Colapinto, provocando una interrupción, con bandera roja, que beneficiaba a los tres primeros; con Norris en la cuarta posición.
Para añadir picante, durante el receso, se anunció la descalificación de Hülkenberg; que había recibido ayuda de algunos funcionarios para retornar a pista.
La prueba se relanzó, por detrás del coche de seguridad y con neumáticos intermedios, con Alonso en la novena posición, Sainz decimotercero y ‘Checo’ un puesto detrás del madrileño. Y a las primeras de cambio, Russell rebasó a Norris, para colocarse cuarto.
Ocon se despegó, ayudado por el ‘spray’ que escupían sus ruedas. Y en la 40, Sainz volvía accidentarse -sin sufrir lesión alguna-, abandonando una carrera en la que volvía a entrar a pista el coche de seguridad.
Al marcharse el ‘safety’, Verstappen culminó su exhibición superando a Ocon en la primera curva de la 43, poco antes de que Norris se fuese largo y bajase al séptimo puesto. Y, a pesar de que Piastri rápidamente le dejó pasar para colocarse sexto, el inglés acabó desquiciado, lamentando en meta haber perdido una muy clara oportunidad.
Alonso había bajado al decimoquinto, después de salirse en la subida hacia meta; Norris no conseguía pasar a Leclerc, y Verstappen rememoró sus mejores tiempos abriendo hueco hasta meta y completando otra brutal obra de arte, condimentada con la vuelta rápida. El genio astur acabó, decimocuarto, con fuertes dolores de espalda, anunciándole a su equipo que aguantaría hasta meta en honor a sus mecánicos, que habían efectuado “un gran trabajo”.
La próxima prueba, el Gran Premio de Las Vegas (EEUU), el antepenúltimo del Mundial, se disputará el próximo 24 de noviembre en el circuito urbano de esa localidad del estado de Nevada.