Arqueólogos encontraron los restos óseos de un hombre y una mujer en una habitación de Pompeya. Este hallazgo ofrece una visión de los últimos momentos de las personas que intentaron escapar de la ciudad antigua cuando el volcán Vesubio la destruyó hace casi 2,000 años. El descubrimiento se publicó el 12 de agosto en el E-Journal Scavi di Pompei (Excavaciones de Pompeya).
Pompeya era una ciudad vibrante al sur de la actual Nápoles, situada a unos 10 kilómetros del Vesubio, que sigue siendo un volcán activo. Se estima que alrededor de 10,000 a 20,000 personas habitaban la ciudad en el año 79 d.C. cuando el volcán entró en erupción. Aproximadamente 2,000 personas murieron por la nube piroclástica (gas volcánico caliente, lava y ceniza) en unos 20 minutos.
¿Qué fue lo que encontraron?
Los arqueólogos encontraron los esqueletos en una habitación de 2.8 por 3.5 metros en una casa que comenzaron a excavar en 2023. A pesar del espacio reducido, la excavación fue compleja. Los restos y objetos eran muy frágiles, por lo que se requirió una “excavación meticulosa a escala microscópica”, según Gabriel Zuchtriegel, arqueólogo y director del Parque Arqueológico de Pompeya.
El esqueleto de la mujer yacía cerca de una cama con varios tesoros, incluyendo monedas de oro, plata y bronce, así como unos pendientes de oro con perlas. También tenía una llave, posiblemente vinculada a un pequeño cofre al otro lado de la cama, lo que sugiere un intento de recuperar objetos de valor antes de intentar escapar. Según el análisis de sus huesos y dientes, tenía entre 35 y 45 años al morir.
El joven, que tenía entre 15 y 20 años, fue aplastado por el colapso de una pared y quedó atrapado en un rincón de la habitación. Estaba cerca de lo que parecía una salida. La relación entre la mujer y el hombre no está clara.
Además de la cama y el cofre, se encontraron un taburete de tres patas y una mesa de servicio de madera con una tapa de mármol, cubierta con vajilla de vidrio, bronce y cerámica. Los arqueólogos vertieron yeso en las cavidades de los restos para reconstruir los muebles. Las impresiones en los depósitos volcánicos marcaron las posiciones originales de los objetos.
“Reconocer a las víctimas y sus decisiones de refugiarse o intentar escapar, llevando ciertos objetos con ellos y dejando otros atrás, revela una humanidad compartida”, señalaron los arqueólogos en el estudio. A veces olvidamos que para los antiguos la catástrofe debía ser aún más monstruosa e inconcebible, ya que no comprendían exactamente qué eran los volcanes ni qué causaba los terremotos.
Este hallazgo forma parte de un proyecto más amplio para descubrir el sitio arqueológico de Pompeya. Nuevos proyectos comenzarán pronto fuera de las murallas de Pompeya, según una declaración del Parque Arqueológico de Pompeya. En los últimos años, se han realizado varios descubrimientos en Pompeya, como el esqueleto de un hombre huyendo de la erupción, un fresco de una comida y una inscripción sobre una reunión.
Crédito: El Imparcial