
Agosto 2025 es un mes donde las voces de lucha por avanzar hacia los derechos de las mujeres están accionando a favor de que sean escuchados, para ratificar y profundizar el compromiso con las niñas y mujeres, por una sociedad que cuide y se cuide con enfoque de derechos humanos.
Iniciando el 7 de agosto con un paso decisivo para Latinoamérica, debido a que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), dio respuesta a la opinión consultiva presentada en 2023 por Argentina sobre el Derecho al Cuidado, reconociéndolo como un derecho humano autónomo y consistente, estableciendo que cuenta con tres dimensiones básicas: ser cuidado, cuidar y el autocuidado para la protección y el desarrollo de la vida misma.
El significado es relevante por los alcances judiciales que comprenden el derecho de toda persona de acuerdo a su etapa vital a contar con tiempo y espacio para brindar, recibir o procurarse cuidados, así mismo disponer de recursos, condiciones y espacios apropiados que procuren el mayor bienestar físico, espiritual, mental y cultural de cada persona. Menciona especificidades para la garantía del derecho al cuidado de grupos de atención prioritaria como son personas con discapacidad; niñas, niños y adolescentes (NNyA); personas mayores; y personas con enfermedades.
Así fue como emitió, la Opinión Consultiva 31 que marca la ruta para una visión de desarrollo humano en Latinoamérica, que impactara en la legislación, planeación, programación, presupuestación y diseño de políticas públicas, en el cual establece la obligación de los Estados de implementar de manera progresiva a revertir estereotipos negativos y patrones socioculturales históricamente feminizados, ya sea remunerados y no remunerados, en materia de cuidados para garantizar que se brinden sin discriminación.
Así mismo, desarrollar el marco normativo e infraestructura pública para garantizarlo a partir del principio de corresponsabilidad social y familiar para la protección del trabajo de cuidados de forma que se erradique la explotación y se aseguren las condiciones dignas de trabajo, lo que implica la interrelación entre el derecho al cuidado y el derecho a la seguridad social.
También esta semana, llega en un momento crucial, las voces de mujeres que luchan por lograr avances con compromisos a favor de los derechos de las mujeres, en la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe un órgano subsidiario de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), considerado el principal foro intergubernamental de las Naciones Unidas sobre los derechos de las mujeres y la igualdad de género en la región, para analizar la situación y presentar acuerdos firmes sobre mecanismos de seguimiento, acciones urgentes y específicas en materia de políticas públicas de igualdad de género, para constituir la Agenda Regional de Género, que guiara las políticas públicas de los países para la garantía de los derechos de las mujeres, las adolescentes y las niñas en toda su diversidad, el ejercicio de su autonomía y el desarrollo sostenible de la región.
Este año debatirá sobre las transformaciones en los ámbitos político, económico, social, cultural y ambiental para impulsar la sociedad del cuidado, mediante soluciones prioritarias con los caminos propuestos, avances hacia la igualdad sustantiva y la autonomía de las mujeres, así como un futuro más productivo, inclusivo y sostenible. También se realizará el relanzamiento del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIG).
Recordemos: “El avance de las políticas de cuidados debe ir de la mano con la erradicación de toda violencia contra las mujeres. La deuda pendiente para que se respete el derecho básico de vivir libre de miedo y discriminación debe saldarse urgentemente”. Astrid Valencia.