¡A comprometerse!
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Alonso Quijano, el del célebre libro “Don Quijote de la Mancha” escrito por Miguel de Cervantes Saavedra, le daba por leer libros de caballería, de tanto leer perdió su lucidez y se convirtió espiritual y materialmente en “caballero andante que defendió sus ideales en las pardas llanuras de la mancha”.
Los libros actuales en su especial mayoría, nos están mencionando con demasiada insistencia que se amenaza a la existencia misma del ser humano, con fenómenos naturales, con guerras, con pandemias, con descubrimientos científicos, con la inteligencia artificial, al respecto ya nos dijo recientemente Mustafa Sudaysi, que controlar a la inteligencia artificial es el desafío de nuestro tiempo.
Por ello, no debemos no solamente de estar alertas, sino de participar o ajustar nuestra conducta con actitudes que eviten esos fenómenos.
Señalamos lo anterior porque hablamos de esos temas en forma permanente que nos hace creer que estamos imitando al Quijote de la Mancha.
En el libro titulado “CLAVES DE POLÍTICA GLOBAL” de Carlos Corrochano (colecciones Arpa) politólogo y jurista se nos habla de todas las herramientas para entender el mundo actual, la guerra, la incertidumbre, las pandemias, etc.
Se nos explica que no es una realidad que estemos en época de cambios, sino que atravesamos un auténtico cambio de época.
Todo eso y más, lo genera la aceleración de la emergencia ecológica, la invasión bélica de países, el genocidio de la Franja de Gaza, las guerras comerciales, la irrupción de la pandemia, (que ya llego).
Ya se había comentado que casi un siglo tiene lo que señaló anteriormente Antonio Gramsci de que lo viejo muere y lo nuevo no puede nacer.
Además se explica en el libro en cuestión, que al abordar los problemas que presenta la política internacional, se entiende que lo primero que está en crisis hoy, son los propias palabras y conceptos que desplegamos para asir una realidad desordenada, confusa, interesada y violenta.
Las autoras y autores que intervinieron el libro comentado, utilizan términos como populismo, liberalismo, neoliberalismo, imperialismo, izquierda, Estado liberal, multilateralismo y nos explican esos conceptos y otros que estructuran la topografía más elemental de nuestras sociedades.
Al leer este libro, por su claridad, nos da la impresión que los autores y el lector establecen un dialogo además con la terminología sobre internacionalismo, europeísmo, realismo, seguridad, política global, inmovilidad, violencia, reacción, multipolaridad, universalidad, entre otros conceptos.
Esto parece que sobran palabras para crear confusión en cada concepto que se explica, o se trata de explicar.
Se intenta confundir a las personas y llevarlas en forma aturdida a la perdida de sus derechos, a perder el equilibrio de su razón.
Será que se busca privar a la población de una correcta información y confundirlo con exceso de vocablos.
Lo anterior será expresión primaria de los tiempos que nos expresan.
La Revolución tecnológica está en pleno avance y pleno uso, sabe todo en actos bélicos y altamente destructivos.
Se nos señala que el Homo Tecnológico podría verse amenazado por su propia creación, fenómeno que es posibilitante.
Es muy compleja esta época, no hay claridad en las ideologías, se sobreponen las palabras, las ideas se desdibujan.
Nos están llevando a la confusión para sentirnos y actuar como el hombre que recorrió las llanuras de la Mancha, para enfrentarnos a los gigantes de los molinos de viento?
Los medios de contención afrentan a estos temas, están en la mente de los científicos.
También debemos estar comprometidos con nuestro futuro como seres humanos y como sociedad de seres libres y pensantes.
Si no hay compromiso de construir un mundo libre hoy pasaremos a un mundo que no será libre para nadie.
Nuestro destino será ubicado y vivido en el mundo humano por el que nos hayamos comprometido a construir en plena, absoluta e incondicionada libertar.