
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó este sábado a la Casa Blanca para reunirse con su gabinete de seguridad en medio de la incógnita sobre si Washington se unirá a los ataques israelíes contra Irán.
Trump regresó a la capital para continuar los debates con su equipo de seguridad nacional, tras viajar el viernes a su campo de golf en Bedminster (Nueva Jersey).
El presidente llegó en helicóptero a la Casa Blanca alrededor de las 18:00 hora local (22:00 GMT) y entró al edificio sin realizar declaraciones a los medios.
La Casa Blanca informó que Trump decidirá en las próximas dos semanas sobre la posibilidad de lanzar una ofensiva cuyo objetivo oficial sería impedir que Irán obtenga un arma nuclear.
En este contexto, varios bombarderos B-2 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos despegaron este sábado con rumbo al Pacífico, según el seguimiento de sitios web especializados en tráfico aéreo, aunque ello no implica necesariamente que Trump haya tomado una decisión.
Estos aviones se suman al reciente despliegue en Oriente Medio de otros componentes del colosal arsenal de Estados Unidos, como el portaaviones USS Nimitz o los cazas F-16, F-22 y F-35 de la Fuerza Aérea, a la espera de las órdenes que puedan llegar desde Washington.
Irán, que ha negado reiteradamente estar desarrollando armamento nuclear, intercambia ataques aéreos con Israel desde el pasado 13 de junio, cuando el Ejército israelí bombardeó instalaciones nucleares y militares en territorio iraní.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó la ofensiva mientras Irán negociaba con Estados Unidos un acuerdo sobre su programa nuclear.