¿A Qué Le Tiras Cuando Sueñas Doña Fede?

Fantasma

“Jugamos como nunca y perdimos como siempre”. La derrota de Rayados ante el Borussia trajo de nueva cuenta al presente esa histórica lapidaria, dolorosa y certera frase que, si no mal recuerdo la leí por primera vez cuando el irrepetible y admirado Don Ignacio Matus, dirigía el prestigiado diario Esto, que en su momento fue la “biblia” del futbol mexicano, las mejores crónicas, noticias, reportajes, salían de las entrañas de las páginas del diario color sepia.

Y el fenómeno es cíclico que se repite casi desde la prehistoria futbolística de nuestro país con aquel gol de último minuto que anoto Joaquín Peiró en el mundial Chile 1962, cuando México había dado un gran partido ante España, pero que en los últimos segundos un tiro de esquina a favor de los nuestros se convirtió en un contragolpe letal para los españoles.

ETERNOS “YA MERITO”

Y podríamos irnos en retrospectiva sacando recuerdos de hazañas futbolísticas que no se consumaron, que se quedaron en agradables intentos y terminaron en frustración. El futbol mexicano tiene una enorme colección de equipos y selecciones “ya merito”, “ya casi”, “estuvo cerca”, “por qué otra vez a nosotros”, etc., etc.

Claro que han existido hazañas futbolísticas, milagros tan maravillosos como esporádicos una vil casualidad del destino y podemos enumerarlas con los dedos de la mano; La medalla de oro olímpica de Londres en el 2012, los campeonatos mundiales sub-17 del 2005 y 2011, si quiere agréguele alguna más y seguramente le sobraran dedos.

Y como todos los milagros suceden de vez en vez, de forma muy esporádica podemos decir que son productos de la casualidad y no de la causalidad que es lo que marca la enorme diferencia. ¿Cómo pretendemos que las cosas sucedan de manera constante? ¿Qué ha hecho el futbol mexicano para mejorar sus posibilidades de éxito o dejar de ser “el ya merito”?

El problema radica en que una inmensa mayoría tenemos distorsionada la expectativa con la realidad. Una cosa muy distinta es creer y sentirnos lo que nos dicen que somos, a lo que nuestro futbol es en realidad. Es esa distorsión lo que desencadena los sentimientos de frustración, de enojo, de rabia.

EXPECTATIVA VS REALIDAD

Claro que se vale aspirar, soñar con ser campeones del mundo, ilusionarse, pero antes de hacerlo debemos de pensar, analizar y hacer una profunda autocritica y preguntarnos; ¿Hemos trabajado lo suficiente para aspirar a ello? ¿Tenemos las herramientas para realmente lograrlo o es más un asunto de fe y de creer de que echándole todas las ganas lo podemos lograr?

La respuesta del futbol mexicano es obvia, actualmente NI se tienen las herramientas, NI se ha trabajado adecuadamente para aspirar a llegar a competir y ganar a los equipos y ligas de la elite. Aspiramos a un milagro, una campanada, un sueño más que a una realidad producto de un trabajo constante. Por eso, los milagros y hazañas aparecen muy de vez en cuando.

Tampoco hay que tirarse al piso. Claro que nuestro futbol ha crecido, pero No de forma adecuada. Claro que hay mejor infraestructura que en muchísimos equipos de América y también de Europa, porque no todo es Inglaterra, España, Italia o Francia, también Andorra, Luxemburgo, Dinamarca son Europa y acá la infraestructura futbolística es mejor en muchos sentidos.

Pero NO todo es tener mejores estadios, mejores canchas, mejores edificios, mejor tecnología. El nombre del negocio es futbol y en México NO producimos futbolistas de elite, se produce futbolistas con calidad para el mercado nacional, nuestros patea balones que son de calidad de exportación con éxito probado son igual como las hazañas de nuestros equipos y selecciones, uno de muy de vez en cuando.

SIN PRODUCCION Y CALIDAD

Si producimos muy escasamente futbolistas de elite que pueden competir en las grandes ligas como Hugo, Rafa Márquez, Chicharito, Raúl y algún otro ¿cómo pretendemos que como equipo podamos con bases, con realidades probadas lograr hazañas futbolísticas?

Las posibilidades crecerían si tuviéramos también jugadores extranjeros de excelencia y tampoco es así. ¿Cuántos de los casi 150 jugadores extranjeros que están registrados en la liga Mx son de calidad probada? Le gusta el 25%, el resto son jugadores promedio, que no tienen mercado europeo importante si no allá estarían.

Y muchos de ese 25% de enorme clase como Gignac, Ramos, Canales, Paulinho, James y otros más están juegan ya entre la reserva y un cuarto de tanque de sus maravillosas carreras deportivas. Entonces tenemos dos puntos graves ya detectamos.

La fábrica del futbol mexicano NO produce jugadores nacionales con calidad de exportación y el 75% de jugadores extranjeros son medianos o promedio, es decir el control de calidad nos dice que están lejos de ser óptimos y aun así son mayoría en los cuadros titulares de sus equipos en la Liga Mx.

Son pocos equipos los que eligen bien a la mayoría –no a todos- de sus jugadores extranjeros; Cruz Azul, Rayados, Tigres, América, Toluca, Pachuca, Necaxa el resto tiene uno o dos buenos, tres regulares y el resto vil relleno negocio de promotores. Así los resultados buenos y malos son siempre previsibles.

SIN COMPETENCIA

¿Son los únicos problemas? NO, habrá que sumar uno también grave; la competencia en la liga Mx en mínima. De los 18 equipos, realmente por el titulo compiten y aspiran seis, el resto son relleno que buscan un milagro y que NO compiten por absolutamente nada.

Muchos dirán; ¿Compiten por NO pagar multa del porcentaje? Al jugador NO le afecta absolutamente nada que se pague o no multa. La mayoría tiene contrato multianual y su sueldo NO se lo tocaran, los que pagan la multa son los dueños, no los jugadores.

Para los jugadores, terminar en el 12 o el 18 le vale un pepino. Si tiene contrato, seguirá cobrando la temporada siguiente. En ligas con ascenso y descenso, los contratos multianuales en su mayoría están condicionados. Por ejemplo; Si gana 100 pesos en la primera división, los cobrara siempre y cuando el equipo se mantenga en esa división. Si desciende, el jugador habrá una rebaja de su sueldo que va del 50 o al 70% por razones obvias de presupuesto, es decir el jugador debe sobrevivir con 30 pesos.

Con esta condicionante, el jugador se juega entre mantener a sus hijos en una escuela privada o los mete en una pública. Si puede seguir yendo a los mejores restaurantes o volver a los tacos de suadero. Y en cada juego, estará jugándose el patrimonio de su familia. Esa situación hace la diferencia. En cada juego se jugará la vida por NO perder, por no ser último, por no perder la categoría, ni ver su sueldo rebajado.

Así hay dos reales competencias, los que buscan el título y los que buscan sobrevivir en cada juego. Las aficiones por igual asisten a sus estadios para poder tener el privilegio de ver a Chivas, América, Cruz Azul cada año en su ciudad, que ver otra vez a Alebrijes o los alacranes de Durango.

Deportivamente se crece por la competencia, porque los equipos malos venderán muy cara la derrota, disputarán más que puntos y eso, precisamente genera la competencia, eso ahora NO existe. Los juegos entre los equipos malos son de relleno, intrascendentes, sin rating, sin público, sin nada.

Es decir, el jugador y los equipos mexicanos compiten muy poco o nada. Su reto mayor a nivel internacional es la Concachampions, porque la nation league, ni les motiva, ni les llena, solo un poco de dinero.

AQUI NOS TOCO VIVIR

¿Para qué alcanza con esto en la Liga Mx? Para ser los mejores de la Concacaf, para que algunos puedan competir con la Conmebol y para seguir estando a años luz de la UEFA. El haber competido dignamente el mundial de clubes como lo hizo rayados, es un mérito de la institución NO del futbol mexicano, porque en el futbol mexicano 6 u 8 equipos trabajan, invierten, tienen proyecto, los demás simplemente son remoras.

Muchos criticaron que NO pudo ganarle al Borussia Dortmund y me reía al leerlos, ¿De verdad esperaban que ganaran realmente? Era un deseo, una ilusión, pero en la realidad las expectativas eran pocas porque la diferencia es abismal. Pero se compitió muy dignamente y los aficionados se sintieron representados y eso hay que reconocerlo y aplaudir.

¿Eso es ser mediocre? NO, es ser realista. Es el nivel del futbol mexicano que ha tomado muchísimas decisiones equivocadas para proteger a los miembros de “el club de Toby”, eso es para lo que alcanza, es para lo que hay, el aire de la Rosa de Guadalupe aparece en la Televisión, pero muy de vez en vez en el futbol mexicano.

El futbol mexicano vive la consecuencia de sus actos; Aquí se premia la mediocridad, aquí la meritocracia deportiva no tiene cabida, aquí no respetan sus reglamentos, aquí simulan certificaciones que son amañadas todavía se preguntan por qué no se compite mejor, por qué no hay una selección mejor, qué las expectativas rumbo al mundial son tan pobres.

Trabajando como han trabajado, no es casualidad que se conviva con demasiada frecuencia con el fracaso y casi nunca con el éxito. Todo es una consecuencia Doña Fede es como la canción de Chava Flores; “a qué le tiras cuando sueñas mexicano”

“Las expectativas, en realidad, nos hacen centrarnos en lo que queremos, en lugar de estar felices y contentos con lo que tenemos” Ari Gunzburg

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