Confesiones de un primer año de Gobierno

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Por Iván Mercado

(Primera entrega)

Entre afirmaciones de logros alcanzados, reflexiones sobre la complejidad de gobernar con eficacia y confesiones sobre el mar de corrupción que rodea a una administración pública, Alejandro Armenta titular del ejecutivo habla en una entrevista exclusiva sobre su experiencia como gobernador en este primer año de administración en Puebla.

El punto de encuentro es en el polémico Centro Integral de Servicios, donde apresurado pero puntual llega a la cita acordada, el ejecutivo saluda con su habitual estilo a todos sus colaboradores y entonces nos invita a pasar a su oficina para comenzar a precisar los temas que me interesa abordar en la entrevista.

Mi objetivo es claro y propongo una conversación más profunda, más personal, es cierto, los números son claros pero también son fríos e indiferentes al paso de los minutos y por ello planteo hablar sobre la experiencia de ejercer poder en un estado como Puebla y en un país como México.

La propuesta desconcierta un poco y entonces con mucha más calma el ejecutivo se saca del hombro su mochila de lona negra, se retira los lentes y nos invita a acomodarnos para grabar ahí mismo, entre sus pantallas de monitoreo, sus múltiples carpetas de evaluación y una amplísima variedad productos regionales que ya tienen la marca 5 de mayo.

Mi equipo se mueve rápido para instalar cámaras, tirar cables, ajustar luces y todo lo que implica lograr una buena entrevista, pero hay un inusual silencio y por ello pido discretamente que grabemos los momentos previos a la charla.

El ejercicio es revelador, la cámara que ya graba el ambiente inquieta mucho más al equipo de Armenta que al propio ejecutivo; está claro que para ese momento él ya sabe lo que quiero consignar en la entrevista.

Ya sentados le pongo en sus manos una tableta electrónica y le muestro un trabajo de investigación previa sobre temas muy específicos de Puebla; se toma unos minutos y después de atender el material me suelta sin miramientos: “Iván si quieres hablar del trabajo alcanzado este primer año hay mucho que detallar, tendríamos que hacer varias entrevistas!… si quieres hablar del proyecto de gobierno que buscamos para Puebla debo invitarte a varias giras de trabajo para que veas lo que yo veo todos los días, pero si quieres hablar del ejercicio del poder y todas su implicaciones, entonces quiero comenzar por el museo del Barroco…”.

Entendidos sobre el sentido de la conversación afirma reflexivo que el Internacional Museo del Barroco es el “agravio más grande, el abuso más escandaloso y el ejemplo más claro de la corrupción en la historia del estado de Puebla”.

Se muestra cuidadoso de los señalamientos directos pero al mismo tiempo afirma que el nivel de complicidad entre autoridades y empresarios de ese entonces fue descomunal e inédito. Una obra que debió costar 1 mil 200 millones de pesos, se la impusieron a los poblanos con un sobre costo 10 veces mayor.

El ejecutivo reconoce que el esquema de los contratos de asociaciones público privadas que se utilizaron para edificar esta y otras obras fueron legales pero dice él, “altamente inmorales” por el abuso implícito en el cobro de miles de millones autorizados como deuda disfrazada para Puebla.

Le pregunto en dos ocasiones porque se destapa todo este abuso casi 10 años después e insisto en el porqué en todo ese tiempo nadie dijo o hizo nada y entonces molesto aclara: “Yo lo denuncié desde que era diputado federal, lo denuncié cuando ellos (Rafael Moreno Valle y el partido acción nacional) estaban en el poder… ¡ese grupo intentó acosarme e intimidarme para no denunciar!… del actuar de gobiernos pasados no puedo responder, pero si puedo decirte que en este gobierno sí decidimos actuar y logramos ahorrarle a los poblanos 8 mil millones de pesos”.

Alejandro Armenta confiesa que a diferencia de otros empresarios y constructores, en el poderoso grupo Hermes no le ofrecieron dinero, propiedades o privilegios; solo lo invitaron gentilmente a pagar una deuda contraída en el pasado porque “al fin y al cabo esos miles de millones de pesos no eran su dinero”.

Su negativa fue evidente y el resultado se ha consignado ya en una carta formal de deuda cancelada y recibida hace 29 días en su gobierno.

En este momento de claridad en la charla, le pregunto a mi interlocutor cómo fue que convenció a los dueños de una deuda multi millonaria a cancelar un contrato legal de más de 10 mil millones de pesos y entonces, acomodandose en el sillón responde satisfecho: “Debo reconocer que los constructores fueron sensibles, que escucharon y reconocieron un abuso… de manera inteligente prefirieron una negociación y no un pleito…”

Pregunto si habrá investigaciones complementarias, denuncias, señalamientos públicos o este será un capítulo cerrado en su gobierno; esbozando una sonrisa Armenta me asegura que no será así, añade que no llegó al poder para perseguir a nadie, pero remarca que tampoco será cómplice del pasado y de quienes abusaron desde el gobierno.

Confiesa que ya existen denuncias muy claras en contra de personajes muy identificados que abusaron sistemáticamente desde el poder, sin embargo, también precisa que las investigaciones y resoluciones deberán venir de las fiscalías y del poder judicial y que estas no se negociarán con los imputados.

De regreso al museo barroco, el gobernador adelanta que viene su relanzamiento, que dejará de llamarse “Barroco” y que serán los poblanos quienes habrán de decidir que nombre llevará este recinto.

La idea y la intensión de este gobierno es que los ciudadanos de Puebla hagan suyo este espacio, que lo adopten, que lo visiten, que lo presuman y que entierren ese pasado ominoso que hasta ahora lo precede.

Ante la información expuesta, Armenta aprovecha para confirmar que hay otros 9 contratos de obras inexistentes que pueden significar un daño patrimonial de más de 4 mil millones de pesos para el estado.

Afirma que el Centro Integral de Servicios también es una obra que “sangra a los poblanos”, que las plataformas de AUDI en San José Chiapa promovieron un despojo de tierras y otra deuda pública multi millonaria e injustificable.

En síntesis, que la corrupción y la complicidad han vivido con absoluta comodidad en Puebla por muchos años.

Por ello pido nombre y apellidos, pregunto por detalles para evitar caer en la simulación del pasado pero cuidadoso de las formas y seguramente del fondo político me evita con respuestas que sin embargo, me dejan claro que sabe quiénes son, dónde están, qué hicieron, cómo se beneficiaron y cómo también hoy, tratan de pasar inadvertidos dentro y fuera de Puebla.

“Los poblanos se van a enterar, puedes estar seguro”, asegura.

Por supuesto y ya entrados en el intercambio de preguntas y respuestas es obligado cuestionar sobre los rezagos históricos de Puebla, sobre la corrupción pasada y presente, sobre la violencia incesante que vivimos, sobre los retos de gobernar en medio de la polarización.

Las respuestas llegan entre múltiples pausas, pero llegan.

Mañana en este mismo y generoso espacio, una segunda entrega de esta charla franca sobre el primer año de gobierno de Alejandro Armenta.

Y si, sin duda dejo la invitación para que esta noche en punto de las 20 hrs me acompañen a ver y opinar la entrevista completa en formato de televisión que será transmitida en la multiplataforma Di+TV a través de Roku, fire tv, apple tv, android tv, Google tv, en el canal 16.1 de SICOM televisión y en el sitio LibreExpresión.mx

Este lunes 8, a las 8 pm.

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