Hace unos días estaba jugando una partida de ajedrez y recordé el libro del campeón mundial Garry Kasparov titulado “Cómo la Vida Imita al Ajedrez”. Nos dice autor que la política al igual que otras actividades humanas puede representarse en una partida del legendario juego de estrategia militar.
En el ajedrez, coronar un peón suele ser una táctica que cambia el destino de una partida que ha entrado en una etapa avanzada después de varios movimientos. Los peones son las piezas de menor valor estratégico al comienzo de la partida pero si uno de ellos logra atravesar el tablero y llega a la última fila del rival, tiene el derecho de convertirse en una pieza de mayor valor; puede ser una poderosa dama, una torre, un caballo o un alfil. Este triunfo táctico suele otorgarle una ventaja definitiva a quien lo consigue.
Así veo la partida por la candidatura de Morena al gobierno del estado de Puebla ¿Quién de los contendientes llegará a coronar un peón antes que su adversario? ¿Quién será capaz de identificar la mejor ruta para conseguir esa meta táctica que le dé la ventaja definitiva?
En nuestra más reciente encuesta estatal levantada del 13 al 16 de mayo de 2023, hicimos algunos careos con probables candidatos por las respectivas coaliciones o alianzas. En este aspecto de la intención de voto debo advertir que cuando Morena lleva la ventaja en una elección, las encuestas suelen sobreestimar esa ventaja, no por causa de los encuestadores sino de los informantes, quienes por diferentes razones esconden el verdadero sentido de su voto. No estamos en la etapa del proceso en la cual podamos corregir ese excedente ya que aun no hay candidatos en campaña, por lo tanto no tenemos otra opción que quedarnos con los datos que nos arroja el estudio.
A un año de las elecciones Morena es la marca mejor evaluada y por lo tanto es el partido que más intención de voto tiene. Es casi 5 veces más fuerte que el PAN y 8 veces más fuerte que el PRI. En consecuencia, la marca Morena es más potente que cualquiera de los aspirantes a convertirse en gobernador del Estado.
En este momento el reto de los morenistas es ganar la candidatura porque la elección parecería definida.
Nacho Mier tiene que coronar alcanzando y rebasando en nivel de conocimiento a Alejandro Armenta. Cada vez está más cerca. La apuesta táctica del Diputado Federal está a la vista de todos. Si continúa como hasta ahora, es probable que alcance al Senador durante el verano y para el otoño ya lo hubiese rebasado con suficiente claridad.
A Alejandro Armenta solo le queda jugar a la defensiva con los recursos que tiene a su alcance. Para el Senador la opción de coronar un peón sería conseguir el favor presidencial por las buenas o por las malas. Si fuese por las malas, tiene como factor de chantaje el “efecto Ricardo Mejía Berdeja”.
Un aspirante a la candidatura de Morena que al no resultar favorecido por ese partido, obtuvo la candidatura a gobernador de Coahuila por el Partido del Trabajo, dividiendo a la alianza oficialista y al voto cuatroteista.
Unos dirán que Alejandro Armenta no es Ricardo Mejía Berdeja porque no sale del gabinete de López Obrador. Otros dirán que el liderazgo del Senador le alcanza para hacer que Morena pierda las elecciones. Nosotros quisimos salir de dudas y se lo preguntamos a la gente.
En nuestra encuesta, Alejandro Armenta como probable candidato del partido Movimiento Ciudadano obtiene 5.1% de las preferencias, contra 13.6% de Eduardo Rivera como candidato de la alianza opositora y 34.2% de Nacho Mier como candidato de la alianza oficialista. Los datos demuestran que Armenta afecta poco a Morena si decidiera competir por otro partido, al menos en este momento.
Usted se preguntará, amable lector, ¿quién de los 2 morenistas es más competitivo? Nuestra encuesta muestra que en el mismo escenario de competencia, Alejandro Armenta obtiene 37.2% de las preferencias contra 36.1% de Nacho Mier, ambos como candidatos de la alianza oficialista. Las diferencias en términos de votos no son significativas para definir el resultado de la elección de gobernador. Por lo tanto, la competencia la ganará quien corone primero al peón.